Demografía

El 31% de los españoles no duerme bien por el ruido de la calle

La bulla de la calle y de los locales de copas no deja conciliar el sueño a uno de cada tres españoles. Los hombres son más sensibles que las mujeres a la contaminación acústica. Se queja un 33,2% de varones frente al 28,7% de féminas.

El 31% de los españoles no duerme bien por el ruido de la calle
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El ruido se ha convertido en un intruso especialmente molesto que campa a sus anchas por nuestras casas a la peor hora. Representa un verdadero problema para muchos españoles. Y si no que se lo digan al 30,9% de ciudadanos que confiesa, en una encuesta de NC Report para LA RAZÓN, que tiene dificultades para conciliar el sueño a causa del ruido procedente de la calle y los bares próximos.El porcentaje no llega a ser mayoritario en ningún segmento de edad, pero es cierto que con los años el problema crece. Si entre los menores de 30 años los que no duermen son el 23,7%, entre los mayores de 64 años, los afectados son el 36,3%.También es cierto que el 64% logra dormir a pierna suelta o al menos, serán otros los asuntos que perturben, pero no el ruido. Los hombres son más sensibles a la contaminación acústica, ya que el 33,2% se queja de la bulla nocturna, un porcentaje que baja al 28,7% en el caso de las mujeres.Claro que las leyes permiten denunciar a los causantes de los ruidos excesivos, y tanto la vía civil como la administrativa y hasta la penal son válidas para encauzar la reclamación. La Unión Europea estima que el ruido ambiental como consecuencia de la actividad humana ha aumentado en todos los países. Sólo en España, se estima que unos nueve millones de españoles soportan niveles medios de 65 decibelios, el nivel máximo admitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). De ahí que la OMS considere la contaminación acústica como una de las más molestas y que tienen mayor repercusión sobre el bienestar de las personas.Sordera y dolorLos límites aceptables para el ruido son 65 decibelios por el día y 55 por la noche, porque a partir de los 75 la capacidad auditiva empieza a deteriorarse. Si se superan los 85 de manera habitual se puede llegar a caer en la sordera, y a los 125 aparece ya el dolor.El máximo de decibelios permitido en una vivienda oscila de una ciudad a otra dependiendo de las ordenanzas municipales que regulen los máximos. Hay algunos que afinan al máximo y establecen límites dependiendo de la zona de la casa, como la cocina o el dormitorio.Así que, antes de correr a denunciar, es recomendable consultar previamente la regulación que tiene cada municipio sobre lo que se considera una actividad molesta y cuáles son los límites establecidos para cada uno de los casos.

Esperando a MorfeoDel lado izquierdo, del derecho, boca arriba, boca abajo, una hora, y la siguiente, y alguna que otra más. Pocas cosas, y ninguna placentera, exigen tanto movimiento en la cama como el ruido que sí, espanta al sueño sin contemplaciones. Al menos a mí, persona de buen dormir, salvo cuando se tienen las ventanas abiertas, y pongo el caso sufriente de todos los estíos: las fiestas de mi barrio se celebran a doscientos metros de mi casa con un parque por medio, una combinación letal. Sí, soy de ese 30,9 por ciento de los españoles a los que el ruido de la calle y de los bares, mejor dicho de las personas que los frecuentan, les altera el sueño, el ánimo y los nervios... Los frenazos, las carcajadas a ritmo de reggaeton, los gritos llamando a ese niño que trisca por el césped hasta perderse de la vista de sus padres... Somos así de generosos: queremos que nuestra vigilia sea compartida por los que, a esas horas, esperan a ese Morfeo que no llega. Vamos, una faena.

Ficha técnicaEmpresa: NC ReportUniverso: españoles de 18 años y más.Tamaño de la muestra: 1.000 entrevistas telefónicas realizadas del 21 y 22 de julio de 2009.Nivel de confianza y error muestral: para un nivel de confianza del 95,45% (2sigmas), y para P=Q, el error es del 3,16% para el conjunto.Muestreo: aleatorio simple, estratificado por conglomerados.