El bacalao de La Zamorana

Los bares de tapeo, como todo, suelen dividirse en dos tipos: aquellos que cuentan con toda una historia detrás, y los que se crean desde cero, al ritmo de los nuevos vientos y tendencias. La Zamorana es de los primeros, aunque tiene aires de los de segundo cuño. Así, aunque el local se acaba de inaugurar, su fachada y numerosos detalles han conservado el encanto y la pátina que sólo el paso del tiempo deja. Concretamente, el efecto se ha obrado desde 1921, fecha en que la taberna original abrió sus puertas. A esa época pertenece su fachada, protegida por su singularidad, cubierta de coloristas azulejos que nos recuerdan al Madrid más castizo. Y es que La Zamorana (llamada así por la joven que la regentaba, procedente de dicha provincia y de la que se dice que conquistó a la clientela por sus vinos y guisos) es una de esas tabernas donde si la nostalgia aprieta, la parada es obligatoria, pues entre sus paredes uno puede revivir a golpe de los sabores más tradicionales el Madrid de Valle-Inclán y de los viejos bohemios. No lo dude y pídase el plato estrella: el bacalao, que rinde homenaje a la primera época del restaurante. Tampoco olvide probar el pisto manchego con torta de la serena y huevo de codorniz, y si lo suyo es la cuchara, no se pierda el salteado de garbanzos con gambas, las lentejas con foie o el delicioso arroz con liebre.

Direccion: Galileo, 21. Madrid.
tel.: 91 447 11 69.
precio medio: 30-40 euros.
plato estrella: Arroz con liebre.