El cardenal Amigo culpa a la «nueva inquisición» del ataque al Papa

La iniciativa de ERC-IU-ICV para que el Congreso repruebe al Papa por el contenido de uno de sus mensajes en el último viaje apostólico a África, el relativo al uso de los preservativos y el sida, continúa sumando reacciones contrarias que van desde el estupor a la indignación, por entender que se trata de un ataque injustificado contra la libertad de quien, además de representar a millones de católicos, es un jefe de Estado.El cardenal arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo, no dudó ayer en calificar de una «nueva inquisición, fundamentalmente laica, agnóstica y malhumorada» el ataque contra Benedicto XVI por aquellos que quieren «tirar de las orejas» al Papa en el Congreso.De esa «nueva inquisición», señala el cardenal de Sevilla en un artículo publicado en Religión Digital, forman parte los «fundamentalistas empeñados en buscar, con razón o sin ella, el punto flaco y el lado débil de la Iglesia y acusar, denunciar, torturar psicológicamente y, si se tercia, reducir a quien interese a las cenizas de la infamia».«No se han enterado»«Y ahora le ha tocado al Papa. Quieren hacerle comparecer y tirarle de las orejas por lo que ha dicho y de lo cual parece que mucho no se han enterado. Nada menos que una reprobación pública sobre sus declaraciones. Tan alta y digna Cámara –el Congreso– está a punto de convertirse en una especie de "ejército de salvación"y de gendarmería que controla y llama la atención a los díscolos», destaca sobre la controvertida iniciativa parlamentaria.Benedicto XVI, concluye el cardenal Amigo Vallejo, «ha desenmascarado los verdaderos motivos del mal... Ha sido la voz de una conciencia crítica y justa».Por otro lado, el Vaticano está a la espera del resultado del debate de la propuesta en la Comisión del Congreso de los Diputados para una posible declaración oficial. Sin embargo, la sede vaticana «no entiende», según confirmaron a Efe fuentes de la Santa Sede, la citada iniciativa de IU-ICV, que se produce casi un mes y medio después de las declaraciones del Papa durante su viaje a África, ni los motivos por los que se pretende reprobar al Pontífice «por expresarse» sobre un tema en el que la posición de la Iglesia «es la misma desde siempre».De momento, el Vaticano «ha cedido la iniciativa» al cardenal arzobispo de Madrid y presidente de los obispos españoles, Antonio María Rouco Varela, para que exprese, como ya ha hecho, «su malestar y preocupación», según las mismas fuentes.Otra alta fuente vaticana expresó también su «preocupación» por «las fuertes críticas» desatadas en los últimos años contra la Iglesia católica en España, con mayoría de ciudadanos católicos.

Una libertad que niegana los demásEl cardenal sevillano critica igualmente a esa «minoría de cuarto y mitad» empeñada en poner «arena en los engranajes para que las cosas chirríen». Para esa minoría no cuenta ni el buen entenderse, ni siquiera quedar en evidencia «y hacer el ridículo en aras de una libertad que niegan a los demás». Y es en ese empeño en «ser lo más de lo más, los primeros, los únicos, los irrepetibles» donde se encuadraría ahora el nuevo ataque al Pontífice: «Que hay que corregir y reprobar al Papa porque ejerce su derecho de expresión y magisterio, pues a llevarlo al Parlamento», concluye el purpurado sevillano.