Elecciones Generales 2016

El CIS no atina en sus pronósticos

Los fogones del centro abrasaban las perspectivas de triunfo del partido de Mariano Rajoy, según el PP.

El CIS no atina en sus pronósticos
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Después de la resaca con sabor a victoria que vive el partido de Mariano Rajoy, tras el primer triunfo de ámbito estatal desde los comicios de 2000, las miradas han vuelto a dirigirse hacia las encuestas. Los últimos pronósticos del famoso barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) deben llevar a la reflexión, porque una vez más, no se han ajustado a la realidad.

El sondeo, con una muestra de 4.692 encuestados, asombró a los analistas políticos tanto por los resultados referidos a la estimación de voto como por el reparto de escaños. Para empezar, pronosticaba para el 7-J un empate técnico en cuanto al número de escaños (23-23) entre los dos grandes partidos. Sin embargo, el domingo los socialistas se alzaron con dos eurodiputados menos (21), frente a los 23 obtenidos por el Partido Popular. Y como dato curioso, no otorgaba a UPyD ningún escaño, aunque finalmente, consiguió un representante en la eurocámara.

Otro de los errores del CIS está en la estimación de voto. Según el barómetro, la lista encabezada por el candidato socialista, López Aguilar superaría a la del popular, Mayor Oreja en seis décimas. De esta forma, otorgaba al PSOE un 42,8 por ciento de los votos y al PP un 42,2. Pero no han sido seis décimas lo que les separan, sino casi cuatro puntos de diferencia a favor de los populares. Y es que, el partido de Mariano Rajoy consiguió en los comicios europeos el 42,23 por ciento de los votos, frente al 38,51 del PSOE.

Los populares sostenían desde el principio que los fogones del CIS abrasaban sus perspectivas de victoria y recurrían con frecuencia a sus encuestas internas como prueba.

Pero la abstención es el punto donde el CIS es más que controvertido. Ya en los comicios de 2004, el organismo predijo una participación para las europeas del 76,7 por ciento. La realidad es que sólo un 45,1 por ciento acudió a las urnas. La polémica hizo que el entonces director del CIS tuviera que comparecer en el Congreso para explicar semejante inexactitud. Esta vez el Centro de Investigaciones Sociológicas se refugió en la ambigüedad del «probablemente» un 78,8 por ciento iría a votar y argulló, que en esta ocasión, no habían entrado en esa pregunta.