Elecciones europeas

El elogio envenenado de Sarkozy levanta ampollas

La Razón
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Ningún gobernante está libre de irse de la lengua y de meter la pata. Por mucho autodominio que se tenga y muy avezado que se esté a la mirada escrutadora de los medios de comunicación, tarde o temprano se acaba cayendo en alguna indiscreción. Uno de los dirigentes más sueltos de labia es Sarkozy, excelente político y hábil gobernante, pero con una autoestima que supera con mucho su propia estatura, pues afirma que ningún otro gobernante está a su altura. De Zapatero dice tener buen concepto, pero su manera de expresarlo parece más bien un elogio envenenado. Es verdad que no hace falta ser muy inteligente para ganar unas elecciones, pero queda feo señalar. No es la primera vez que el presidente francés pone a La Moncloa de los nervios, así que o bien refrena su tendencia a hablar de las cosas de Zapatero o tendrá que crear en El Elíseo un departamento dedicado sólo a desmentidos.