Policía

El miedo vuelve a los joyeros

El asesinato de Emilio Bajo ha desatado de nuevo todas las alarmas entre los miembros del gremio

El miedo vuelve a los joyeros
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Emilio Bajo, el joyero que falleció el martes pasado en la calle Silva, se suma a la ya demasiado larga lista de profesionales de este gremio que, una vez más, reclama una solución al reguero de muertes y agresiones por atracos que viven desde hace ya demasiado tiempo. De hecho, ayer mismo el secretario general del Gremio de Joyeros, Plateros y Relojeros de Madrid, Armando Rodríguez, aprovechó la toma de posesión de la nueva delegada del Gobierno, Amparo Valcarce, para pedir una reunión urgente con ella. El asesinato de Bajo se pondrá sobre la mesa en fechas cercanas, cuando se reúnan Rodríguez y Valcarce, como triste ejemplo del acoso que sufre este gremio por parte de los criminales. Enorme violencia El secretario general denuncia además, que todo el trabajo que se ha realizado, tanto desde los empresarios triplicando la seguridad de sus locales, como de la Administración, instalando modernos sistemas de alerta temprana en estos establecimientos, sigue siendo inútil ante la inusitada violencia de los atracadores. Asimismo, Armando Rodríguez comentará con la delegada la actuación de la Policía tras el atraco del joyero a la salida de su taller en la calle Silva puesto que algunos de los joyeros califican de «precipitada». Al parecer, los agentes que acudieron al lugar del suceso se apresuraron en afirmar que el asesinato no tenía que ver con el trabajo del fallecido, pese a que en 2006, a pocos metros de allí, unos individuos tirotearon a un representante de joyería y lo mataron para robarle su maletín. El razonamiento posterior por parte del gremio es palmario: «Si lo matan por las joyas, es terrible, pero si es por llevarse una cartera, peor». Bajo, casado y con una hija, había dedicado más de cincuenta años al ejercicio de una profesión que ya se ha convertido en un auténtico riesgo en Madrid. Las concentraciones y las protestas del gremio se convierten ahora en una de las asignaturas pendientes de la delegada del Gobierno.