Comunidad de Madrid

«El Rafita» reincidente

- Fue condenado por el asesinato de Sandra Palo y llevaba dos años en libertad vigilada. Hace una semana era detenido por el robo de una vivienda en Málaga

«El Rafita» reincidente
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MADRID- Fue uno de los crímenes más viles. A Sandra Palo la violaron, atropellaron hasta ocho veces y prendieron fuego en el año 2003. Los autores del macabro asesinato resultaron ser tres menores y un adulto. Uno de ellos, «El Rafita» tenía 14 años cuando sucedieron aquellos hechos. Una circunstancia que provocó que tan sólo pagase el asesinato con cuatro años de internamiento en un centro de internamiento de menores, el máximo contemplado.En el mes de junio de 2007, el joven salía a la calle en régimen de libertad vigilada y era trasladado a Andalucía para vivir en un piso tutelado, a pesar de los informes psicológicos que pronosticaban una alta probabilidad de reincidencia.Hace una semana, tal y como adelantó ayer el diario «Sur», «El Rafita», que ahora tiene 21 años, cumplió su pronóstico y volvió a delinquir. La denuncia del robo en una vivienda puso a los agentes de la Policía de Málaga a trabajar. Nadie había forzado nada y parecía que los ladrones o el ladrón conocían la vivienda y lo que podían llevarse. Por eso, centraron las pesquisas en el entorno más cercano de la víctima.Entre otros objetos, los delincuentes se llevaron un ordenador portátil. Al parecer, cuando un joven de 25 años y con antecedentes intentó dar salida al ordenador en cuestión los agentes le detuvieron. El arresto dio pie a la detención de otro joven, amigo del primero e implicado en el robo y que resultó ser «Rafita».A la espera de sentenciaSegún fuentes cercanas al caso, el hecho de que Rafael sea ahora mayor de edad y se encontrase en régimen de libertad vigilada, podrían influir a la hora de que el juez decida el futuro del joven, que con sus antecedentes, podrían provocar su incluso su entrada en prisión.Es la Junta de Andalucía quien tutela al joven desde que este abandonase la Comunidad de Madrid hace dos años. El joven vive en un piso tutelado y son los técnicos y trabajadores sociales los encargados de su vigilancia y de su evolución.