Nueva York
El responsable de AIG comparecerá en el Congreso en medio de la polémica
El consejero delegado de AIG, Edward Liddy, tendrá que explicar hoy ante los indignados legisladores estadounidenses el pago de millones de dólares en bonificaciones a ejecutivos que hicieron quebrar a la firma y provocaron con su mala gestión su intervención pública. Liddy comparecerá ante el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes de EEUU, en un momento de gran controversia social y política por el pago por parte de la aseguradora de 165 millones de dólares en bonificaciones después de que el Gobierno tuviera que acudir a su rescate. El presidente de EEUU, Barack Obama, se mostró sorprendido al conocer el pago de las primas el jueves, un día antes de su desembolso y dos días después de que el secretario del Tesoro, Timmothy Geithner, fuera informado de los planes de AIG. El pago se hizo efectivo el pasado viernes a un total de 73 ejecutivos con importes que variaban entre uno y 6,4 millones de dólares, según el fiscal de Nueva York, Andrew Cuomo, quien entregó información sobre el desembolso, aunque no de los receptores, al presidente del Comité de Servicios Financieros, Barney Frank. El escándalo ha indignado a los legisladores y podría tener consecuencias, incluso para futuros planes de rescate de otras compañías estadounidenses, advierten los congresistas. Anoche, líderes del Congreso anunciaron que presentarán una medida para restringir las bonificaciones de los ejecutivos de la aseguradora y recuperar, a través de impuestos, parte del dinero que la empresa obtuvo del Gobierno. El Ejecutivo posee el 80 por ciento del capital social de AIG a raíz del rescate de la compañía. Los demócratas del Senado sopesan la posibilidad de imponer impuestos a las bonificaciones de hasta un 91 por ciento si la aseguradora no devuelve el dinero de forma voluntaria. Entre las medidas que sopesará el Congreso figuran autorizar al fiscal general a que recupere el dinero que han pagado en compensaciones «excesivas» empresas como AIG que se beneficiaron de la ayuda del Gobierno, prohibir que se abuse de las primas y recuperar una parte «sustancial» de las mismas a través del cobro de impuestos. La última propuesta fue efectuada esta mañana por Frank, quien consideró que el Congreso debería revisar una ley de la época de la Gran Depresión que la Reserva Federal usó para conceder a AIG la inyección inicial del Gobierno para evitar su quiebra. Mientras, los republicanos culpan al Gobierno de Obama de no haber hecho lo suficiente para evitar que los ejecutivos pudiesen recibir esas bonificaciones. En medio de esta controversia se encuentra Geithner, quien dijo anoche en una carta al Congreso que descontará las primas pagadas a los altos directivos de AIG de los 30.000 millones de dólares pendientes de entrega en la operación de rescate del gigante asegurador.
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