El turismo sufre los efectos más duros de la crisis en Europa

La crisis económica internacional ha hecho blanco en nuestra primera industria, el turismo. La llegada de visitantes extranjeros,principalmente alemanes y británicos, ha descendido casi un 12% en los primeros cinco meses del año. Unos datos que nos sitúan de nuevo en cifras de visitantes de 2004 y ante los cuales el secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, ha anunciado una tercera ampliación del Plan Renove Turismo 2009. Precisamente esta misma semana se ha incrementado la partida a 600 millones de euros, de los 400 iniciales. Atrás queda el anuncio, hace dos años, de un Plan Horizonte 2020, consensuado con las comunidades autónomas. Está claro que el turismo de sol y playa tiene sus límites y que es el que peor resiste los efectos de la crisis. El hecho de que la Comunidad de Madrid sea uno de los pocos lugares donde crece el turismo da una pista sobre la importancia de la oferta cultural y de ocio que mueve a las nuevas generaciones de visitantes. La primera industria española debe diversificarse y explorar otros campos, como el turismo medioambiental, el sanitario o insistir en el gastronómico; además de buscar nuevos clientes en países emergentes como China, Rusia o India. Todo antes de que se gripe el motor fundamental de nuestra economía.