Ministerio de Sanidad

«Empecinamiento» por Ana Pastor

Empecinamiento
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En tiempos de cambios ministeriales y desde que se produjeron las transferencias sanitarias, siempre hay a quien le gusta afirmar con rotundidad que debe desaparecer el Ministerio de Sanidad, porque según esas voces bien informadas «ya no tiene competencias». ¡Qué pena! ¡Qué falta de información! No me gusta señalar pero, en materia sanitaria, el Estado tiene más competencias que tres o cuatro ministerios juntos. Establecer las normas que fijen las condiciones y los requisitos mínimos para lograr la prestación de los servicios sanitarios en condiciones de igualdad efectiva y calidad. Es el Estado, sin menoscabo de las competencias de las Comunidades Autónomas, quien debe ejercer la coordinación general sanitaria y la cooperación entre las administraciones públicas sanitarias, el que fije los medios para facilitar la información recíproca, la homogeneidad técnica y la acción conjunta que logre la prestación de una atención integral en el Sistema Nacional de Salud. Por no hablar de a quién le correspondería si no el aseguramiento universal y público, la igualdad de oportunidades y la libre circulación de profesionales, la colaboración de las oficinas de farmacia con el Sistema Nacional de Salud o la evaluación, registro, autorización y control de los medicamentos y productos sanitarios. Y es el Estado quien tiene competencias de establecer las medidas para que la investigación y la innovación, contribuyan a mejorar de los procedimientos preventivos, de diagnóstico, terapéuticos y rehabilitadores. Me quedan más, pero, ¡no me digan que no hay un montón, no sólo de razones, sino de competencias para que algunos salgan de su empecinamiento!