Barcelona
«Es el destino y hay que afrontarlo» dice la familia de la víctima catalana
La joven desaparecida que iba en el avión siniestrado estaba emparentada con la familia Raventós.
barcelona- El destino es caprichoso y, en ocasiones, muy cruel. Un ejemplo de ello es el de Javier Álvarez, un joven consultor que se casó con Anna Negra el pasado 6 de mayo en las cavas Raventós i Blanc, en Sant Sadurní d'Anoia (Barcelona), propiedad de la familia de la desaparecida. Después de pasar la luna de miel en Brasil, Javier volvió a Dubái por motivos de trabajo. Ella, en cambio, aprovechó unos días libres para ir a visitar a su familia a Barcelona, en un vuelo que hacía escala en París, y que nunca llegó a su destino.
Doble pesadilla
Javier se enteró de la desaparición a su llegada a Dubái, donde dos amigos fueron a recogerle al aeropuerto. El joven, natural de Majadahonda (Madrid), vive una auténtica pesadilla que, por difícil que parezca, ya había tenido. Según informó el programa «Espejo Público» de Antena 3, hace varios años Javier ya perdió a una novia y se enteró de la trágica noticia de la misma manera, a su llegada al aeropuerto de Dubái. Fue necesario suministrarle un calmante tras conocer los hechos. Ayer mismo voló hacia París.
Isabel Negra, tía de la joven desaparecida manifestó al programa que «es el destino. Hay que afrontarlo e ir para adelante. Todos en la familia estamos muy tristes de que haya caído. Air France nos dijo que el avión había caído y que Anna iba dentro. Murió feliz, había pasado unos días muy felices... Me da mucha pena por su marido y por sus padres, pero bueno, Dios ya nos ayudará de alguna forma».
La familiar de Anna añadió que la joven «estaba muy feliz por su reciente boda, es una lástima lo sucedido porque era una chica llena de alegría y vida». Fue el único miembro de la familia que expresó ayer sus sentimientos, el resto prefirió sufrir el dolor en la intimidad.
Anna tenía 28 años y era prima hermana del presidente de las cavas Raventós i Blanc, una de las más prestigiosas empresas del sector en Cataluña. También era prima del consejero de la compañía, Higinio Raventós. LA RAZÓN se puso ayer en contacto con la misma empresa, que expresó su «consternación» ante los hechos. Mientras no se oficialice la muerte de la joven catalana, no se fijará una fecha para el correspondiente funeral y entierro.
La joven, la menor de cuatro hemanos y estudiante de Esade, no trabajaba en esta compañía, sino en la consultoría Oliver Wyman, en Dubái, donde vivía con Javier desde 2006, según informaron fuentes de la Embajada Española en este país. Él también es socio de otra consultoría. Al parecer, eran muy populares dentro de la numerosa colonia española que vive en este emirato árabe, con muchas por personas de la misma edad que Javier y Anna.
El dolor de los más allegados de Anna
Varios familiares de Anna Negra Barrabeig acudieron ayer al domicilio familiar de la joven, en Barcelona, para expresar sus condolencias a los padres de la chica. Uno de sus tíos declaró que la familia estaba consternada. Visiblemente afectados, amigos y familiares pasaron por la residencia familiar, en la zona alta de la capital catalana, y reconocieron no saber «nada» todavía sobre las causas del accidente. «La familia está muy triste», dijo un amigo. Fue una jornada de dolor en el vecindario de la familia.
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