España toma el relevo en Somalia en plena oleada de abordajes

¿Tengo confianza en que el nuevo equipo liderado por el capitán Juan Garat Caramé continuará con las difíciles tareas, en la línea de las mejores tradiciones navales, y que tendrá, incluso, más éxito que nosotros». Éstas fueron las palabras que le dedicó ayer el comodoro griego, Antonios Papaioannou, al capitán de Navío español que liderará a partir de ahora la misión europea contra la piratería desde el puente de mando de la fragata «Numancia». Releva a la Armada griega, que ha estado al frente de de la «operación Atalanta» durante los últimos cuatro meses. Y como si los piratas supieran que en el puerto de Djibuti estaban anclados tanto el crucero «Psara» como la fragata española, los filibusteros somalíes han decidido lanzarse a por los buques más indefensos. Si antes de la ceremonia de relevo, a la que asistieron tanto autoridades españolas como de otros miembros de la Unión Europea, ya se sabía de la captura de un nuevo mercante frente a las islas Seychelles; nada más terminar el relevo y despedir al crucero griego, llegaba la noticia de otro abordaje: un yate francés con cuatro adultos y un niño a bordo, que decidieron desatender los consejos de seguridad del buque de la Marina gala «Floreal» para que cambiaran de rumbo. La razia incluyó también a un carguero británico y a un pesquero taiwanés. Todo indica que los piratas, al encontrarse con tantas fuerzas internacionales de patrulla por el golfo de Adén, se han desplazado hacia el sur, complicando las tareas de prevenciónn y extendiendo el problema por todo el Océano Índico. La «operación Atalanta» tiene como primer objetivo conseguir que el programa mundial de alimentos pueda operar con seguridad en Somalia. Durante estos cuatro primeros meses, han escoltado a 19 de estos barcos sin que se produjera ningún ataque, consiguiendo que más de 130.000 toneladas de comida pudieran llegar hasta la población más desfavorecida. Preguntado el comodoro griego por el perfil del pirata que actúa en estas aguas, el capitán Papaioannou explica que tienen entre 18 y 22 años, unas piernas delgadísimas y nada que perder. Los piratas no suelen dañar a los rehenes, pero sí exigen a Occidente cifras millonarias por los rescates. Ahora serán los españoles los que tengan que coordinar la protección del tráfico naval en la zona. Ayer, a bordo de la «Numancia», se traslucía la ilusión y el orgullo de la marinería ante el reto de una misión tan importante. Tienen cuatro meses por delante, pero ya han tenido que ponerse manos a la obra. «Estaréis orgullosos de llevar la bandera europea por este océano, al servicio de una noble misión que es esencial para garantizar la libertad de los mares. Una mision que cuenta con el apoyo de la comunidad internacional», dijo el almirante francés, Jean Pierre Labonne, que actuó como maestro de ceremonias. La misión de la Unión Europea en Somalia ya es responsabilidad española.