Ciencia

Fármacos «marinos» sin expoliar el océano

La compañía biomédica PharmaMar, pionera en la búsqueda de medicamentos en el mar, recoge las muestras de forma selectiva y manual, respetando los ecosistemas más delicados de cada zona 

Antes de realizar inmersiones en el océano se llevan a cabo exploraciones previas
Antes de realizar inmersiones en el océano se llevan a cabo exploraciones previaslarazon

Llevan más de 20 años bajo el agua en busca de tesoros que pueden salvar vidas. Porque el fondo del océano esconde organismos cuya composición puede abrir camino a tratamientos revolucionarios contra ciertos tumores, como el de ovario, mama y próstata.Las moléculas novedosas con mecanismos de acción diferentes hicieron que PharmaMar (compañía biofarmacéutica del Grupo Zeltia) se decantara por el mar como fuente principal de tratamiento. Y todo, respetando la vida marina del entorno. Según explica Santiago Bueno, jefe del Departamento de Colección de Organismos Marinos de la compañía, «para descubrir nuevas moléculas químicas atendemos a procesos de supervivencia y competencia por el sustrato que se dan en el medio marino, donde se desarrolla un arsenal de sustancias químicas para llevar a cabo dichos procesos. Cuando se descubre una molécula antitumoral, el objetivo es reproducirla en el laboratorio. Con pocos gramos de un organismo marino obtenemos un compuesto con actividad antitumoral».La recolección se realiza de forma selectiva y manual, respetando los organismos protegidos en cada una de las zonas. «Las muestras son recogidas en inmersión utilizando sistemas de escafandra autónoma, nunca empleando para el muestreo otros sistemas agresivos con el medio marino, como pueden ser redes de arrastre, dragas, etc.», explica Bueno. En la actualidad, se está introduciendo el sistema de buceo «Rebreather», un circuito cerrado donde el aire respirado se va reciclando, con lo que la autonomía en los tiempos de inmersión son superiores. Bueno aclara que «una ventaja es la utilización como diluyente en la mezcla de aire de gases diferentes al nitrógeno, cuya acumulación y toxicidad al respirarse a altas presiones parciales son distintas. Este sistema permite realizar inmersiones a grandes profundidades, abarcando ambientes marinos menos explorados». Y cuando las condiciones de las zonas de muestreo lo permiten, se realizan prospecciones antes de proceder a las inmersiones. Dichas prospecciones se realizan mediante un robot submarino que posee un cordón umbilical que lo conecta con la superficie desde donde es manejado. «El sistema presenta un monitor que retransmite en tiempo real las imágenes de vídeo del fondo submarino. Esto permite seleccionar los puntos de muestreo interesantes, sin realizar repetidas inmersiones en zonas en donde los ecosistemas son más delicados», especifica Bueno. Por su parte, Ana de la Torriente, científico marino de la organización internacional Oceana, explica que « el uso de herramientas de exploración como los vehículos operados a distancia ROV está cada vez más extendido y tiene un impacto menor que la recogida directamente in situ, ya que permite realizar una prospección visual previa de las áreas marinas de interés. De esta forma la posterior obtención de muestras está focalizada y asegurada». NaturalezaLas entidades y organismos competentes de las zonas exploradas son informadas del material muestreado. La información resultante de las expediciones, que se comparte con las comunidades locales y las instituciones docentes, se encuentra centralizada en la base de datos de I+D de PharmaMar con la finalidad de optimizar la exploración futura.De la Torriente especifica que «la bioprospección puede aportar beneficios con la obtención de productos que mejoren la calidad de vida del ser humano, pero es necesario que su desarrollo se planifique de forma sostenible y que la actividad esté regulada».El impacto de la extracción de muestras depende del tipo de recurso que se extraiga. «Cuando son microorganismos que posteriormente pueden cultivarse para su producción, el impacto no es elevado ya que implica la extracción inicial de pequeñas cantidades de suelo o agua. Lo mismo ocurre en la obtención de compuestos químicos o secuencias del genoma a partir de especies vegetales o animales que luego pueden sintetizarse químicamente en el laboratorio. En este caso la obtención de pocas muestras para su investigación no supone graves impactos en la población estudiada», dice De la Torriente. Atendiendo a los organismos internacionales para conservar la naturaleza, la multinacional respeta las especies protegidas recogidas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales, que presenta más de 15.000 especies diferentes. «También es considerada la lista Cites (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), donde cada país, de forma voluntaria, se adscribe para agregar las especies de organismos locales que están amenazados», concluye Bueno.