Feijóo apuesta por la austeridad y el consenso político para hacer frente a la crisis económica

madrid- Compromisos férreos y consenso político frente a la «terrible» crisis económica fueron ayer los ejes del discurso de investidura –el sábado tomará posesión de su cargo– del próximo presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, y del «momento más importante de su vida». «No voy a restaurar ningún pasado» ni tampoco a «derribar» lo que hizo bien el bipartito, enfatizó. Por eso, Feijóo apostó por presentar «con lealtad» esta «Galicia nueva» ofreciendo diálogo a los grupos de la oposición y a los agentes sociales, a pesar de contar con la mayoría absoluta en el Pleno –38 diputados de 75 que conforma la Cámara–, para, así, salir con «impulso de la crisis».Propuso también cambios significativos que acabarán con el calvario de estos dos últimos años de muchos padres por no poder elegir, sin imposición, la lengua en la que educar a sus hijos. Así, tal y como había prometido durante la campaña electoral, el popular reiteró que derogará el decreto del gallego en la enseñanza –entró en vigor con el bipartito en 2007 y obliga a impartir, al menos, el 50 por ciento de las clases en gallego–. El objetivo: «recuperar el consenso», dijo, y «trasladar a las aulas la cordialidad lingüística que siempre existió en Galicia».Y es que, tanto este decreto como las «galescolas» «abren la puerta a la imposición del gallego» y «hay que evitar las tentaciones ideologizadoras», apuntó. Así, elaborará un nuevo decreto que tendrá como finalidad «el impulso del trilingüismo» en la enseñanza y revisará, dijo, el concurso eólico «para garantizar su adecuación a la legalidad».Por otra parte, el próximo presidente de la Xunta avanzó la recuperación del «Plan Galicia» que aprobó el Gobierno de José María Aznar tras la catástrofe del «Prestige» en 2002, cuando Fraga gobernaba en la Xunta, y que el Ejecutivo socialista de Zapatero sustituyó por el Plan Estatal de Infraestructuras y Transportes. Frente a la crisis, propuso un plan de choque «inmediato» y un gobierno «fuerte, austero y coordinado» que construya «una Galicia nueva» sin sectarismos.Tras casi dos horas de «discurso de calado que mueve a la esperanza», según Rajoy, y de «regresivo y decepcionante», según la oposición, anunció que presentará una «completa» propuesta de reforma del Estatuto gallego que respete la Constitución, después de que la revisión del marco estatutario se frustrara la pasada legislatura.

Compromisos - Búsqueda del consenso con el resto de partidos políticos para aunar las fuerzas y hacer frente a la crisis económica con un plan de choque inmediato, promoviendo una rebaja fiscal y una reforma de la ley de cajas para afrontar así la dura situación actual.- Derogación del decreto del gallego en la enseñanza, aprobado por el bipartito en 2007 y que discrimina el castellano en las aulas, e impulso del trilingüismo.- Apuesta por la estabilidad de los profesionales de la sanidad y por garantizar la sostenibilidad financiera del sistema, ya que la sanidad pública gallega es «la peor evaluada por sus usuarios».- Firma de un acuerdo entre la Administración y todos los actores del sector inmobiliario para propiciar la salida al mercado del «stock de viviendas», con el compromiso de establecer «precios máximos».