Estados Unidos
Felipe González llama «imbécil» a Rajoy por decir que es más moderado y razonable que Zapatero
Felipe González aseguró hoy que afirmar ser «más moderado y razonable» que el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, como hizo recientemente en una entrevista el candidato a la Presidencia del PP, Mariano Rajoy, «sólo se le ocurre a un imbécil».
En este sentido, González, en un mitin del PSOE celebrado en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga ante alrededor de 3.000 personas, insistió en sus críticas a las palabras de Rajoy considerándose mejor que Zapatero, algo que no se debe hacer, a su juicio, «aunque fuera verdad».
Se refirió también al papel del líder del PP en el anterior Ejecutivo popular, en el que, según afirmó, «no hizo nada», al tiempo que aseguró a la candidata del PSOE por Málaga y ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, presente también en el acto, que «si hubieras hecho como él nadie te criticaría, porque no movió un pelo».
Lamentó al respecto que Rajoy «ahora se mete con los artistas» y, especialmente, con «mi amigo Joan Manuel Serrat». «Dice que los artistas no trabajan, que se levantan tarde, pero en un mes Serrat trabaja más que Rajoy en ocho años como ministro», apuntó, argumentando que «se jubilaban los policías y no renovaba la plantilla, finalizaban las becas y tampoco las renovaba, donde quiera que estuvo no hizo nada».
También acusó al Partido Popular de «no saber perder» e hizo hincapié en que «quien no sabe perder tampoco sabe ganar», destacando además que la esencia de la democracia «no es la alternancia, sino que la derrota sea aceptable y aceptada». Solicitó por tanto el apoyo al PSOE «no para una mayoría suficiente, sino para una mayoría arrolladora» e indicó que no pide el voto útil, sino «ningún voto inútil».
González también valoró las decisiones del actual Gobierno en diversos asuntos y aseguró que «si algo se le puede reprochar a Zapatero es que ha cumplido sus compromisos», tomando buenas medidas en materias como economía, política exterior, inmigración, igualdad o política antiterrorista.
Precisamente, sobre este último punto, recordó que el presidente del Gobierno «intentó el diálogo» con ETA, al igual que hicieron previamente los anteriores responsables del Ejecutivo, y dijo que «fracasó porque los asesinos saben lo fácil que es asesinar».
«Zapatero ofreció diálogo, pero desde el PP dicen que ofreció hablar de política y que José María Aznar no lo hizo», lamentó González. Al respecto, recordó que el ex presidente del Gobierno «llamó a ETA movimiento nacional de liberación vasco y le ofreció diálogo sin condiciones», momento en el cual «ningún socialista le criticó, aunque era un disparate».
Aseguró que Zapatero «puso como condiciones la Constitución» y valoró que el Gobierno «siguió vigilando y arrestando y preparó las detenciones tras la tregua», por lo que entendió que los miembros de ETA «pueden matar, pueden hacernos sufrir, pero están débiles, saben que están derrotados y que nunca más sacarán ventaja política».
Por otro lado, precisó que, «hace 10 años, los que no tenían mayoría --en referencia al primer Gobierno del PP-- negociaron con los nacionalistas y no les importaba que se desarmonizaran los impuestos», algo que, a su juicio, "es un disparate lo haga quien lo haga".
Así, afirmó que "el problema no es la cantidad de poder que tienen las autonomías, lo importante son los elementos cualitativos del poder del Gobierno para poder mantener la cohesión de España". "Mientras Rajoy dice que España se rompe, Magdalena Alvarez hace infraestructuras para unirla", destacó, al tiempo que agregó que "une más una autovía que 20 discursos de estos tipos que no saben lo que es España". ECONOMIA Y POLITICA EXTERIOR.
En cuanto a la política económica, incidió en que, mientras que el PP "argumenta que dejó el coche con el depósito lleno de gasolina", el ministro del ramo, Pedro Solbes, "ha dejado el coche lleno de gasolina y con varios bidones más".
El ex presidente resaltó por tanto que el Ejecutivo "ha hecho una buena política económica en relación a Francia, Alemania, Italia o Estados Unidos"y valoró que parte del crecimiento se ha destinado a mejoras sociales, empleo, pensiones, etcétera.
Además, declaró que "algunos afirman que un gobierno de izquierdas no puede tener superavit, sino déficit, como la Administración de George Bush, que ahora resulta que será de izquierdas", ironizó. Recordó también que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, "dice que tiene que corregir su déficit para cumplir las normas de la Unión Europea e igual ocurre en Alemania e Italia", por lo que subrayó que España "se compara con los países a los que hace 25 años íbamos a buscar empleo".
Entendió que, aunque existe una crisis en el sistema financiero internacional, el español no se encuentra en esta situación, por lo que el país "está pagando parte de la mala política económica de gobernantes como Bush".
En cuanto a la política exterior, criticó la gestión llevada a cabo en la materia por el anterior Ejecutivo del PP, cuestionando "qué beneficio ha sacado España de ser el monaguillo del poderoso y de salir del núcleo de Europa". Se refirió de este modo a la "injusta
e ilegal"guerra de Irak, un "error dramático"en el que, según lamentó, nunca había visto "a una Administración americana tan pobre
y a un Gobierno de España tan sumiso".
Así, aseguró que Aznar y Rajoy "sabían que tenían al 90% de la opinión pública en contra de la guerra"y comparó la situación con los años en los que él fue responsable del Ejecutivo, en los que, "cuando tenía mayoría, llevé medidas de política exterior al Parlamento para que fueran apoyadas por el 90%". INMIGRACION Y MUJERES.
González también acusó al PP de apostar por una política de inmigración "contradictoria", alertando de que utiliza "técnicas de la extrema derecha en Europa para sacar el voto del miedo". Al respecto, explicó que en la UE "estamos en un espacio sin fronteras, de libertad de movimientos de mercancías y personas, por lo que cada país no puede tener una política migratoria distinta".
Abogó en este sentido por realizar "una política europea y no inventarse contratos", en referencia a la propuesta electoral del PP. Así, señaló que "el contrato de costumbres ya lo inventaron los Reyes Católicos y lo aplicó Felipe II en la Inquisición, donde se vigilaba
a la gente y los que no seguían las costumbres eran expulsados o iban
a la hoguera".
El dirigente del PSOE expuso que los inmigrantes "trabajan para quien les puede pagar, pero no viven donde trabajan, sino en lugares que puede pagar, los de gente más humilde y donde se pueden crear tensiones", por lo que apostó por "ser cuidadosos y evitar cualquier signo de xenofobia".
Finalmente, quiso hacer una especial referencia a las mujeres, manifestando que nos encontramos "en una sociedad del conocimiento y bastante más de la mitad de ese conocimiento son las mujeres". Así, consideró que "las sociedades que no integren plenamente a esa parte del capital humano fracasarán".
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