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«Hemos reformado el código laboral para crear empleo»

Los últimos cuatro años el turismo, uno de los motores económicos del país, haexperimentado un crecimiento espectacular. En 2008, por primera vez, Portugal superó los 7.500 millones de euros de ingresos. Ahora el reto está en mantener el nivel alcanzado.

«Hemos reformado el código laboral para crear empleo»
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La crisis económica ha incidido en uno de los sectores más sólidos y prometedores de la economía portuguesa, el turismo. Bernardo Trindade, secretario de Turismo del Gobierno de Sócrates, «no oculta» que se atraviesa un momento delicado, pero el derrotismo no tiene cabida en su discurso. Ha visitado nuestro país para presentar la campaña «Descubre un Portugal mucho más grande», con la que quieren atraer a los más viajeros. Proponen un destino próximo y sugerente para estos tiempos de austeridad. Transcurridos dos años de la mediática desaparición de Madeleine McCann, Trindade se ampara en los datos para indicar que no ha acarreado un efecto negativo. Aun así, insiste en que la seguridad es una prioridad para su Gobierno y reconoce que una información negativa puede poner en peligro el buen trabajo realizado.

El 70% de la actividad económica de Portugal proviene del sector servicios y una parte importante la asume el turismo. ¿Qué impacto ha tenido la crisis económica?–Desde 2005, el turismo ha experimentado un intenso crecimiento en Portugal. En 2007 superamos por primera vez los 7.000 millones de euros de ingresos, que se incrementaron en 2008 con 7.500 millones. Debido a la coyuntura en la que nos encontramos, los dos primeros meses de este año han sido negativos, con un decrecimiento del 10%. Desde el Gobierno hemos lanzado un plan de medidas de apoyo al sector.–¿En qué consiste este plan?–Hemos reforzado por una parte las estrategias de comunicación destinadas a nuestros principales mercados y hemos incrementado el presupuesto en tres millones de euros. También hemos impulsado acciones conjuntas con 600 operadores turísticos desplegados por toda Europa. Hemos implicado a nueve compañías aéreas que realizan más de 70 rutas. La segunda gran línea de actuación se centra en las inversiones. El Ejecutivo bonifica, por una parte, los intereses y, por otra, asume un 50% del crédito concedido a las empresas. Es un apoyo que damos a las empresas, que está siendo muy demandado y muy valorado.–El turismo cultural tiene un gran peso en Portugal, pero la oferta parece concentrada en Lisboa. ¿Existe algún proyecto de diversificación?–Portugal tiene un patrimonio cultural inigualable. Lisboa es una ciudad única con una oferta de ocio muy diversa. Tiene playas magníficas, campos de golf y una buena gastronomía. La gestión cultural para nosotros es clave y hemos realizado un trabajo muy importante de recuperación del patrimonio cultural. Desde Alcobaça, Fátima hasta el sur, en el Algarve. Esta región, que es la más visitada, va a organizar exposiciones de arte contemporáneo y de fotografía como el «Best Photo», patrocinado por el Banco Espíritu Santo y que contará con artistas españoles. El Algarve ha sido, además, premiado por segundo año como el mejor destino para practicar golf.–Más allá de la crisis económica, ¿el mediático «caso Maddie» ha repercutido negativamente en la crisis?–En entradas, España es nuestro mercado más importante, pero en pernoctaciones lo es Reino Unido. Nos preocupa lo que los ingleses piensen de nosotros. La desaparición de Maddie ocurrió hace dos años y curiosamente en 2007 y en 2008 el mercado británico en Portugal ha crecido. Concluyo , por tanto, que no ha tenido ninguna influencia negativa. –Dos años después, la prensa británica baraja nuevos sospechosos. ¿Hay alguna posibilidad de que la Policía portuguesa reabra la investigación?–Quiero señalar que en todo momento las autoridades portuguesas se han coordinado con las británicas en la búsqueda de una solución. Portugal es un país seguro donde las instituciones funcionan y actúan cuando es necesario y en articulación con quien es necesario. –En febrero el Ejecutivo portugués anunció un sofisticado sistema de prevención de secuestro de menores denominado «Alerta rapto». ¿En qué nivel de desarrollo se encuentra?–Está ya implantado y queda garantizar que los distintos organismos relacionados puedan crear sinergias y reducir el riesgo de secuestros. Portugal ha asumido que el turismo es una actividad estratégica. La seguridad es una prioridad para nuestro país. Una información negativa puede poner en peligro todo el trabajo que se ha hecho. –España es el mayor socio comercial de Portugal. El primer ministro portugués, José Sócrates, y el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, reafirmaron en enero su voluntad de sacar adelante el tren de alta velocidad Lisboa-Madrid. ¿Cómo se valora en su país?–Para el Gobierno portugués tiene una importancia central. No es posible tener alta velocidad hasta Sevilla y no seguir en esta línea. Portugal no puede ser una periferia. Queremos tener una mejor comunicación y poner a los dos países ibéricos más cerca. Tenemos un ambiente político de gran complicidad entre los Gobiernos que permite el acuerdo.–En esta línea de reforzar las relaciones comerciales entre los dos países se ha lanzado «Segunda Generación», un plan para reforzar las actividades de las áreas limítrofes. ¿Qué productividad tiene?–En este ambiente negativo se debe procurar garantizar que las gestiones de proximidad lleguen a buen puerto. En el sector del turismo, por ejemplo, estamos trabajando con agentes españoles en una campaña que dé a conocer las posibilidades de nuestro país. La idea es que no se tiene por qué hacer grandes desplazamientos, lo próximo es atractivo. Podemos hacer lo mismo en otros sectores. De hecho es uno de nuestros objetivos. –El primer ministro portugués ha insistido en terminar con la idea de Portugal como país periférico. ¿Ha desaprovechado la oportunidad de influir en el mundo utilizando la especial relación con Brasil, una potencia emergente?–Tenemos una relación estupenda con Brasil. Entendemos que el factor lingüístico es muy importante. Trabajamos estrechamente en la distribución de recursos energéticos como el petróleo. Nuestras empresas tienen una significativa presencia en el país. También hemos lanzado junto a España un proyecto para promover la imagen de la península ibérica. En un periodo de crisis las buenas relaciones con un país como Brasil, que crece al 4%, son básicas. Portugal, además, es la puerta de entrada para los brasileños y éstos suponen el 30% del turismo.–Para octubre se esperan elecciones legislativas. Sócrates terminó 2008 con una popularidad menor que la de años anteriores, pese a que la imagen de la oposición no es muy buena. ¿Qué evolución puede tener en los próximos meses?–El primer ministro, que lleva más de cuatro años, ha mantenido una valoración positiva en todo su mandato. Todavía hasta hoy no ha habido ningún estudio de opinión que le coloque en una posición por detrás de la oposición en términos de aceptación popular. Esto se debe a su buena gestión y a su espíritu reformista. El Gobierno ha roto con una serie de ideas preconcebidas de la sociedad portuguesa. Las reformas educativas, sociales y de empleo han permitido un elevado desarrollo del país. Sin embargo, la oposición no ha sabido crear un programa alternativo con el que se pueda construir una oportunidad de futuro. ¿Por qué nos mantenemos líderes? Porque el portugués sabe que no hay una alternativa.–¿Cuáles son los principales obstáculos para la reelección?–La crisis económica, aunque proviene de EE UU, se siente internamente y esto tiene consecuencias. Los ciudadanos sufren dificultades para cumplir sus compromisos y se suele culpar de lo que está ocurriendo al Gobierno. Nosotros lo que estamos intentando hacer es trasformar la crisis en una oportunidad. Hemos lanzado un conjunto de medidas de apoyo a las familias y a las empresas para superar esta situación. Por eso nos mantenemos confiados y optimistas respecto al futuro. –¿En qué consiste el plan de choque económico y la reforma del empleo?–Ha consistido en una reforma de la seguridad social. Queremos garantizar, sobre todo, que las generaciones que están terminando su vida activa cuenten con sus prestaciones. En relación al empleo se ha realizado una revisión del código laboral para darle una mayor flexibilidad y tener más ocupación y de más calidad. Afortunadamente, Portugal no tiene el grave problema del desempleo que arrastra España pero nuestro objetivo es evitar que se pueda producir una situación similar. Desde el Gobierno se colabora con los distintos sectores para ser más competitivos.

«Las europeas se han convertido en un plebiscito»– Estamos en plena campaña electoral europea. ¿En Portugal también se percibe como un plebiscito al Gobierno nacional? –Debido a que tenemos elecciones legislativas en octubre, las europeas se consideran unas primarias. No ocultamos que atravesamos por un momento delicado, pero estamos confiamos en nuestra gestión y pensamos que puede traducirse en un resultado positivo en las urnas.–La abstención es un problema crónico en estos comicios al PE. ¿Qué está haciendo el Gobierno para animar la participación?–La adhesión a la UE, que fue al mismo tiempo que España en 1986, ha sido muy importante para el desarrollo de Portugal. Es fundamental que los ciudadanos portugueses participen en este proyecto europeo. El Tratado de Lisboa muestra la relación umbilical que tiene Portugal con Europa y es el momento de que los portugueses entiendan esto. Que son parte de la solución. –¿Puede el Tratado de Lisboa o la presidencia de Durao Barroso en la Comisión motivar la participación de los portugueses a la UE?–Hay un divorcio entre los políticos europeos y los ciudadanos. El Tratado y la posición de Durao son un elemento de entusiasmo, pero sobre todo los portugueses deben ser conscientes de que votando masivamente se puede hacer una Europa más fuerte y se puede potenciar la influencia de Portugal entre los Veintisiete.