Incoherencias sobre los derechos de los menores

- ¿En qué se justifica la decisión de permitir el aborto desde los 16 años sin el consentimiento de los padres? –A los 16 años, un menor no puede votar ni conducir un coche. Un adolescente tampoco puede faltar a clase ni «ponerse un ‘‘piercing''», como recuerda la diputada del Partido Popular Sandra Moneo, sin un papel firmado por sus padres. Pero, según aseguró ayer la ministra de Igualdad, a esa edad sí que puede casarse (se le olvidaba que para ello, si sus padres están en contra, debe iniciar un proceso de emancipación) o decidir someterse a intervenciones quirúrgicas, según la Ley de Autonomía del Paciente del año 2002. - ¿Por qué entonces no se ha permitido abortar sin permiso a las menores de edad hasta ahora? –Porque la misma Ley de Autonomía del Paciente establece tres excepciones: participar en ensayos clínicos, someterse a un tratamiento de reproducción asistida e interrumpir un embarazo. - ¿Es coherente cambiar esta excepción? –No lo parece, si se tiene en cuenta que esta misma semana la Junta de Andalucía ha presentado un proyecto para limitar las intervenciones de cirugía estética en menores de edad. Entre los 16 y los 18 años, el cirujano que vaya a practicar la operación tendrá, al menos, que escuchar a los padres del paciente y éste tendrá que pasar una prueba psicológica para determinar si está preparado para la intervención. - ¿Quién sale beneficiado con el cambio normativo? –En primer lugar, las clínicas abortistas. Si, como dicen, van a perder pacientes con el límite de 14 semanas, tienen que cuadrar las cuentas para no perder dinero y buscar nuevos mercados. Pero también puede exonerar a Carlos Morín, el ginecólogo acusado de hacer abortos ilegales, de parte de los delitos que se le imputan.