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Berlín

La crisis hunde a los festivales de ópera

Las vacas flacas han llegado a las grandes citas musicales, Bayreuth y Salzburgo, mientras otras, como Lucerna, piden paso

Bayreuth no tendrá estrenos y Salzburgo (en la imagen, «Theodora»), sólo uno
Bayreuth no tendrá estrenos y Salzburgo (en la imagen, «Theodora»), sólo unolarazon

La crisis económica que nos invade casi acaba con dar la puntilla a los que hasta la fecha se han considerado en Europa los festivales musicales por excelencia, los de Salzburgo y Bayreuth, y es que la penuria monetaria se ha superpuesto a la penuria de ideas por la que atraviesan desde hace ya casi una década. Ambos inician sus andaduras el 25 de julio.SalzburgoTodavía no ha acabado de encontrar su propia personalidad tras la grandilocuencia que Karajan le imprimió y Mortier se encargó de desbaratar. Aunque el festival ya estaba enfermo, el esplendor de la era del mítico director se convirtió en un serio problema a la hora de su fallecimiento. Se optó por Gerard Mortier en la búsqueda de un concepto diferente que revolucionase el certamen. Prescindió de repertorios tradicionales y llenó la ciudad de jóvenes aguerridos del área escénica (Sellars, Mussbach, Wilson, Neufels, Marthaler, etc) que vinieron a sentarse en el trono que hasta entonces habían ocupado los directores musicales. La apuesta deslumbró durante la primera mitad de la década Mortier, pero acabó resultando un suicidio. Salzburgo era el festival de los magnates y el dinero no viaja para presenciar atrevidas puestas en escena con intérpretes y directores musicales casi desconocidos. El dinero pedía glamour y se fue. Las discográficas que mantenían oficinas en Salzburgo fueron cerrando, los comerciantes se quejaron y llegaron los enfrentamientos entre la dirección artística del festival y los políticos que lo financiaban hasta culminar tras el ascenso de Jörg Haider, al que Mortier no dudó en ridiculizar, junto a otros políticos de la derecha, en su «Murciélago» de despedida.Peter Ruzicka tomó el relevo sin que sus propuestas cuajasen, aunque pasará a la historia por haber logrado representar las 22 óperas de Mozart en los fastos del 250 aniversario del compositor. No dejó de ser un paréntesis lleno de soberbias personales y excesivas ganas de desplumar al potentado público con precios exagerados para lo que se ofrecía. Jürgen Flimm le sucedió en 2007 con la necesidad de lograr un nuevo equilibrio a causa de reducciones presupuestarias. Se abonó al concepto de «festival temático» introducido por Mortier y continuado por Ruzicka y reestableció a la Filarmónica de Viena en el sitio que siempre le había correspondido y del que Mortier la había desplazado. Sin embargo, apenas dos años después de tomar posesión, ya se sabe que será relevado en 2011 por Alexander Pereira. Triunfador en la Ópera de Zurich tanto en el orden artístico como en el económico, es la gran esperanza para el festival, un hombre que ha sabido rodearse de los más grandes cantantes, directores musicales y de escena y de algo igual de importante hoy día: patrocinadores.www.www.salzburgerfestspiele.at BayreuthWolfgang Wagner, nieto del compositor, fue capaz de aguantar todas las presiones para que cediese el mando del Festival de Bayreuth hasta el pasado verano. Fue el fallecimiento de su segunda esposa, Gudrun, y las presiones del Gobierno alemán, a través de la Fundación Richard Wagner, con la amenaza de retirada de los 1,63 millones de euros de subvenciones estatales, lo que le obligó a dejar el festival en las manos de sus dos hijas: Eva Wagner-Pasquier, fruto de su primer matrimonio y asesora vocal de Lissner en su meteórico paso por Madrid, y Katharina, hija de Gudrun y a la que ésta consideraba «la sucesora», quien se estrenó con unos imposibles «Maestros cantores» y que acaba de demostrar en el «Tannhauser» de Las Palmas que le queda mucho camino por andar. Ambas hermanas no se han llevado nada bien y queda en el aire cuál será su relación en el futuro. De momento, quizá para evitar discusiones, Bayreuth no programa ningún nuevo espectáculo este verano, lo que no vendrá mal a las arcas del festival. Llega por quinto año la «Tetralogía» con dirección escénica de Tankred Dorst –fallida en líneas generales aunque con momentos interesantes– y la batuta de Thielemann cada año más matizada sin perder por ello rotundidad. Interesante, sin más, es el «Parsifal» de Stefan Herheim con Daniele Gatti en el foso. La ausencia de grandes voces wagnerianas es el gran motivo de preocupación. En Bayreuth se paga muy poco a los artistas y encima han de ensayar varias semanas. Los pocos grandes que existen van una vez y, si triunfan, lo ponen en su curriculum y no regresan. ¿Qué puede hacer Bayreuth sin cantantes y sin primeras figuras de la batutas? ¿Experimentar quizá? ¿Abrir el festival a esas tres óperas primerizas que nunca se representan: «La prohibición de amar», «Las hadas» y «Rienzi»?www.bayreuther-festspiele.de/ MúnichSe mantiene como alternativa sólida con su gran baza, consistente en recuperar obras que ha tenido en cartel todo el año y colocarlas, con intérpretes mejorados un mes. Son las ventajas de un teatro de repertorio asentado. A ellas se añade alguna nueva producción, y este año, como novedad, la clausura con «Falstaff» en vez de los hasta la fecha tradicionales «Maestros cantores». En el programa «Lohengrin», «Ariadna en Naxos», «Macbeth», «Nabucco», «Luisa Miller», «Idomeneo», «Otello» y recitales, entre los que destaca el del tenor de moda, Jonas Kauffmann. www.bayerische.staatsoper.de veronaEn marcha desde finales de junio, anuncia por todo lo alto como reclamo una «Serata di Gala» con la que celebrar los 40 veranos de Plácido Domingo, artista no especialmente ligado al festival pero cuyo nombre manda. Cantará los últimos actos de «Otello», «Cyrano de Bergerac» y «Carmen» y dirige la ópera de Bizet. En el programa, además de éstas, podrán verse «Aida», «Turandot», «El Barbero de Sevilla» y «Tosca», con voces como las de Giovanna Casolla, Fiorenza Cedolins, Daniela Dessì, Marianne Cornetti, Fabio Armiliato, Marcello Giordani, Ruggero Raimondi y los españoles Nancy Fabiola Herrera y Ángel Òdena.www.arena.itpésaroEn los calores de agosto el Festival languidece, víctima asimismo de las crisis vocal y de batutas, sin los grandes nombres rossinianos de pasadas ediciones, con las exhumaciones de obras que, como «Zelmira», no dejan de ser menores, y el reclamo, grande, eso sí, de Juan Diego Flórez. Y es que el filón rossiniano no deja de tener sus aristas y dimensiones reales que, sin figuras como Caballé, Horne, Anderson, Devia, Abbado, etc., resulta problemático ofrecer. www.rossinioperafestival.it lucernaLucerna lo ha tenido siempre mucho más fácil, por cuanto su actividad se reduce a la sinfónica y camerística. La presencia de las mejores orquestas del mundo con los primeras batutas de la actualidad y unos cuantos buenos solistas aseguran el éxito. Hay pocas nubes en el panorama, pero una importante: ¿hasta cuándo podrá contar con Claudio Abbado y los músicos que, por afinidad con él, se avienen a pasar sus vacaciones tocando en la Orquesta del Festival, que se crea sólo para la ocasión en 2003? En cualquier caso, Lucerna se está convirtiendo en la clara alternativa sinfónica del verano, y con una baza adicional a su favor: la terminación de un nuevo teatro de ópera modular, idea de Pierre Boulez, puede convertir a Lucerna en el gran festival del futuro para aquel público acaudalado que huyó de Salzburgo en la era Mortier. Entre tanto, en el apartado sinfónico, la Mahler Chamber Orchestra, la Philharmonia, The English Baroque Soloists, The Royal Philharmonic, Staatskapelle Dresde, Orquesta de Birmingham, Filarmónica de Berlín, Concertgebouw, Filarmónica de Viena, Santa Cecilia, Gewandhausorchester, Chicago, Filarmónica de Oslo, Pittsburg... ¡Casi nada!www.lucernefestival.ch/de

El Liceo, sin FoyerEl Gran Teatro del Liceo anunció ayer la cancelación de la programación 2009-2010 del espacio Foyer «por motivos de ajustes presupuestarios», informa Ep. Los espectáculos del Foyer eran sesiones golfas tipo cabaret en las que se invitaba a copa en la entrada y el público se sentaba alrededor de pequeñas mesas, así como sesiones musicales a la sombra de las grandes óperas. El coliseo lamentó en un comunicado tener que tomar la decisión y deseó poder recuperar esta programación «en el momento en que las circunstancias económicas mejoren». En su web informará sobre la devolución de las entradas.

Salzburgo, de Purcell a la zarzuelaEn el programa de Salzburgo de la preente edición, «Romeo y Julieta» de Gounod, «Eugen Onieguin» de Tschaikovsky, «El Rey Arturo» de Purcell, «Cosi fan tutte», «Idomeneo», «Bodas de Figaro», «Don Giovanni» y «La Flauta Mágica» de Mozart, «El caballero de la rosa» de Strauss, «Cuentos de Hoffman» de Offenbach, «Traviata» y «Otello», de Verdi, «Benvenuto Cellini», «Troyanos» y «Condenación de Fausto» de Berlioz. Junto a tan variado repertorio –pero apenas una nueva producción–, el espectáculo de zarzuela «Amor vida de mi vida» con López Cobos, Plácido Domingo y Ana María Martínez. Viena, Berlín y West-Eastern Divan son las orquestas con mayor presencia en el ciclo sinfónico.