Nueva York

La Plaza Mayor se moderniza

Un camarero arregla uno de los reservados del local
Un camarero arregla uno de los reservados del locallarazon

Los empresarios ven en la Plaza Mayor y aledaños un filón que engordar con una oferta alternativa diferente al más que delicioso bocata de calamares de los bares de siempre y a los mesones y tabernas castizas de principios del siglo pasado. Juan Fraile (Summa, La maison blanche) ha convertido el antiguo El Cuchi en un multiespacio, de color blanco e iluminado con lámparas firmadas por Ingo Murer, de esos que hace tiempo triunfan en Londres y Nueva York. Ofrecen desayunos, pinchos y raciones, para el aperitivo y el vermut, así como una carta de cocina internacional, diseñada por Edmundo González, y una tienda de delicatessen, que vende algunos de los ingredientes que componen las recetas con su propia marca, procedentes de pequeños proveedores, los mismos de los que el chef echa mano antes de meterse entre fogones. De ahí que el cubierto salga tan asequible. Con dos reservadosLos platos, excepto el steak tartar y el solomillo de buey, no superan los 10 euros. Los tacos de parmesano con reducción de vinagre balsámico (5,90) es el entrante perfecto, igual que el atún rojo macerado en soja y aceite de sésamo servido en un pequeño bol con arroz y wakame (9,90 euros), que se sale de la media. Las propuestas están divididas por capítulos y el primero lo componen dos cremas sugerentes: de puerros con crujiente de jamón ibérico y de champiñones con vinagre balsámico. Entre los platos principales, destaca el roast beef, servido en rodajas lo suficientemente finas como para que no haga falta masticarlo, con cebolla caramelizada y un puré de patatas aceptable. El pollo teriyaki sobre arroz jazmín con sésamo y cacahuete es otra de las estrellas de la casa, igual que el rissotto de boletus y funghi porcini, una receta que sorprende desde el primer bocado. El desenlace del festín pide a gritos un postre: el cheese cake , que está que se sale, algo que no ocurre con el sorbete de limón. Platos todos que puede disfrutar en cualquiera de los dos reservados. Uno de ellos, con tapicería de Paul Smith, es perfecto para organizar un fiestón, ya que dispone de una barra privada, en el caso de que no le apetezca moverse al bar del local, cuya pared la ocupan espejos antiguos comprados en El Rastro. Tienen una buena selección de ginebras.

Dirección: c/ Cuchilleros, 3 y Toledo, 4. Madrid. Tel.: 91 366 97 71. Precio medio: 20 euros. Plato estrella: el roast beef con cebolla caramelizada y el rissotto. Días de cierre: no cierra. Prestaciones: posee tienda y bar.