Guerra en Irak

Las dos suicidas que han causado 72 muertos en Bagdad eran retrasadas mentales

Las dos mujeres suicidas que atentaron hoy en Bagdad matando al menos a 72 personas eran retrasadas mentales y las bombas que llevaban adosadas al cuerpo fueron accionadas por control remoto a través de teléfonos móviles, según anunció el portavoz militar.
Los dos atentados casi simultáneos contra sendos mercados de animales en Bagdad causaron hoy la muerte de 72 personas y heridas a 150, en el día más sangriento en la capital iraquí desde el pasado mes de abril, según fuentes del Ministerio del Interior.
Según el portavoz del Ejército iraquí en Bagdad, mayor general Qassim Moussawi, las dos suicidas fueron inmoladas activando las bombas que llevaban mediante teléfonos móviles. «Hemos encontrado los móviles usados para detonarlas», indicó, precisando que ambas mujeres eran retrasadas mentales, si bien no precisó cómo sabía el Ejército esta información.
En el mercado de animales domésticos de Suq al Gazl -donde se intercambian principalmente palomas y aves-, una mujer se suicidó accionando su carga explosiva y mató a 45 personas cuando el mercado estaba repleto de gente que, como cada viernes, intercambiaba sus animales.
La explosión causó además heridas a 75 personas que se encontraban en el mercado, varias de las cuales están graves, añadieron las fuentes.
Primero se creyó que el atentado había sido perpetrado con un artefacto oculto entre el desorden del mercadillo, pero luego se confirmó la existencia de un terrorista suicida, al aparecer la cabeza de una mujer separada del cuerpo entre los restos humanos.
Testigos presenciales dijeron que el mercado se transformó en un caos absoluto y que numerosos animales murieron también por la explosión. En las imágenes grabadas por algunas televisiones, la sangre de los animales y la de las personas se confundía en el suelo mientras era retirada con potentes chorros de agua.
El segundo atentado, al parecer coordinado con el primero, también tuvo como blanco otro mercado de animales, en este caso en el barrio chií de Bagdad al Yadida (Nuevo Bagdad), y se saldó con diez muertos y treinta heridos, según fuentes policiales.
La policía asegura que la explosión fue causada por una bomba oculta en una caja de palomas que se encontraba en una camioneta de transporte colectivo, pero la agencia «Aswat al IraqK sostiene que fue obra de otra mujer suicida, igualmente provista de un cinturón.
En un primer momento se informó de que el posible blanco de este atentado era una patrulla militar estadounidense que pasaba por la zona, pero luego se excluyó este extremo.
A falta de un blanco más claro, todo indica que los dos atentados de hoy no tienen otro objetivo que el de causar el terror indiscriminado en una ciudad que había comenzado a recuperar la tranquilidad en los últimos meses.
El mercado de Suq al Gazl ha sido objeto en el pasado de otros dos atentados mortíferos: el pasado 23 de noviembre, al menos 13 personas murieron hoy y otras 57 resultaron heridas por el estallido de un artefacto colocado por un desconocido que posteriormente se dio a la fuga.
 Y hace ahora un año, el 26 de enero de 2007, otra bomba que explotó en el mercado cuando estaba lleno de compradores causó quince muertos y 35 heridos.
Grupos rebeldes han amenazado recientemente con atentar contra los mercados pese a que la mayor parte de ellos están rodeados por barreras de hormigón para evitar el acceso de coches-bomba.
Estas barreras, que rodean también muchos de los barrios de Bagdad, han evitado en los últimos meses que se repitan los atentados que eran moneda corriente en Bagdad entre 2004 y 2006.
Además, en estos barrios las poblaciones chiíes y suníes han quedado prácticamente separadas, lo que también ha contribuido a rebajar los casos de violencia sectaria.