Energía
Las emisiones de CO2 a «raya» gracias a un sistema informático
Para una eléctrica, el control de sus emisiones debe ser lo más preciso posible para no exceder -por el bien del planeta-los límites marcados por la ley. Algunas compañías, como Unión Fenosa o Enel, entre otras, cuentan con un complejo sistema informático para gestionar todas las variables de su impacto ambiental, lo que les asegura cumplir con los requerimientos legales sin renunciar a sus objetivos de producción eléctrica. Ignacio de Santos, gerente de Energía de Indra -que ha desarrollado el sistema- explica que el fin principal del programa «es registrar con exactitud los niveles de dióxido de carbono (CO2), óxido de azufre (SO2) o el óxido de nitrógeno (NOx), por ejemplo.
Las mediciones se traducen automáticamente en informes que pueden ser remitidos a las administraciones -Gobierno, CC AA u otros organismos como el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat)- y también son informaciones de utilidad para la propia empresa».
Dicho de otra forma, la obligada tarea de cumplir con los requerimientos legales se simplifica al máximo, pero lo más importante es que toda la información de cada una de las plantas de producción eléctrica (térmicas de carbon y fuel, de ciclo combinado) o incluso de otras industrias, como cementeras, se centralizan en la casa matriz, donde se toman las decisiones convenientes.
Autoregulación
De Santos expone su utilidad con un ejemplo: «Imaginemos que los niveles de emisiones de todas las centrales de la compañía X van camino de exceder los límites legales, entonces el sistema advierte de ello y esto puede originar que se detenga la actividad en una planta o que se introduzcan cambios en el mix del combustible de otra». La herramienta informática accede a los medidores de planta (que toman un elevado número de mediciones) obteniendo valores agregados. Es decir, se trabaja con valores estadísticos como medias, máximos, etcétera. Sin embargo, para ser precisos, el sistema también ofrece la posibilidad de contabilizar por minutos (cuando se está cerca de rebasar los limites legales de emisiones) realizando predicciones de los valores finales de emisión, para que los operadores de la planta tomen las decisiones más adecuadas para la empresa.
A diferencia de los gases, como el NOx o el SO2, «para saber la cantidad de CO2 que emite la central hay que observar el combustible consumido y, en función de su calidad y cantidad, saber cuántas toneladas se han expulsado. El sistema tiene acceso a la información relativa a la compra de los derechos de emisión que el Gobierno ha concedido a esa compañía y calcula cuánto más puede emitir esa empresa dentro de la ley», dice De Santos. Además de elaborar informes de fiscalidad ambiental, el sistema desarrollado por Indra controla otros datos no relacionados con los gases, como la gestión de los residuos o los vertidos. Esa información se cruza e integra con los que ya existían en la planta para controlar otros aspectos del día a día, como las operaciones de mantenimiento o los gastos.
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