Lucha por salvar la selva del Amazonas por Sofía Laurentis

En este mundo de iconos y personajes que unos idolatran y otros sólo admiran, cada acción de esos referentes sociales es mirada con lupa para bien o para mal. Dejando a un lado el poder que dan las urnas o el dinero, que no es tan digno de admiración, las personas que de verdad arrastran masas y levantan pasiones son más bien los deportistas de élite o las musas de la belleza. Dan ejemplo. Si salen en estado de embriaguez de una fiesta estarán influyendo en muchas personalidades por desarrollar, pero también esta influencia puede usarse con signo positivo, para crear conciencia y combatir los males de la sociedad y el planeta.

Gisele Bündchen es la top de las tops, pero no es un maniquí que va a dar la cara a los actos sociales para lavar su imagen. La brasileña está muy comprometida con los problemas de su país. La deforestación de la Amazonía realmente es una catástrofe de repercusión planetaria y por eso ella no duda en volcarse en las campañas en defensa del pulmón de la Tierra.
Cuando la bella rubia viajó a la selva amazónica conectó con los poblados indígenas y se erigió como defensora de sus derechos y preservación. Es por ello que incluso ha diseñado unas sandalias con todo el «glamour» del mundo y cuyos beneficios están destinados a apoyar a todas esas tribus, que son los mejores garantes de que esta zona se quede como está. Las iniciativas de Bündchen también sirven para poner en el punto de mira a los desaprensivos que talan los árboles. Según el Ministerio brasileño de Medio Ambiente la reducción en la deforestación contribuiría a evitar la emisión de 4.800 millones de toneladas de dióxido de carbono.

La prestigiosa modelo procede de una familia sencilla y se ve que tiene más valores que su infinita belleza y sensualidad. Cuando habla, hombres y mujeres la escuchan embelesados. Esperemos que de su boca sigan saliendo mensajes importantes.