España
Malestar en la OTAN por la retirada de las tropas españolas de Kosovo
KOSOVO- «Es la hora de volver a casa». Así anunciaba ayer la ministra de Defensa, Carme Chacón, a las tropas desplegadas en Kosovo el fin de una misión que España ha mantenido durante diez años y que desde la declaración unilateral de independencia de la región serbia era insostenible. España no reconocía al nuevo país, pero mantenía su contingente. Una decisión que, sin embargo, no ha sentado del todo bien en la OTAN, que cree que no se dan las «condiciones políticas y de seguridad».La retirada de las tropas españolas ya se había planteado desde el mismo momento de la declaración, pero hasta la cumbre informal de ministros de Defensa de la OTAN de febrero en Cracovia no se cerró. El miércoles, la ministra comunicó telefónicamente al secretario general de la Alianza Atlántica, Jaap de Hoop Scheffer, la decisión de anunciar el fin de la misión. Aunque aún no tiene fecha de comienzo, el repliegue, «en coordinación con los aliados», se hará de forma escalonada para que esté acabado antes de final de verano. Los 628 militares españoles que trabajan en la misión acaban su despliegue el 4 de mayo, por lo que el siguiente relevo será ya, con total seguridad, el contingente de repliegue que se encargará de recoger el material de la base de Istok. Kosovo era la única misión que Chacón todavía no había visitado. Ayer lo hizo evitando un más que probable polémico encuentro con las autoridades kosovares. Una imagen con los líderes independentistas supondría un serio problema diplomático con Serbia. Por eso, la ministra aterrizó en la base italiana de Dakovica en vez de hacerlo en la capital, Pristina, como habían hecho sus predecesores. Chacón, primer miembro del Gobierno que pisa Kosovo tras la declaración de independencia, llegó a Base España hacia la una y media de la tarde. Durante su discurso a las tropas, la ministra afirmó que «habéis hecho un trabajo magnífico». Acto seguido, anunció que «los objetivos de la misión están cumplidos, habéis traído la paz y la estabilidad a esta región». «Ahora –prosiguió– es la hora de volver a casa, nos volvemos a casa». España seguirá «comprometida con la gente de los Balcanes», pero aún tiene que decidir si participa o no en la misión de Eulex, policial y funcionarial de la UE, una vez que termine de replegar las tropas.En la OTAN, la decisión española no sentó del todo bien. Una portavoz de la Alianza Atlántica manifestaba por la mañana que aún no se dan las condiciones para la retirada y que no comparten la decisión unilateral del Ejecutivo español. En este sentido, consideró que una medida de este tipo debe tomarse por consenso en el seno de la Alianza y de la misión, y no de modo unilateral por un país. De hecho, en la organización aún se confiaba en que España se uniera al grupo de países que reconocen Kosovo como independiente. Aun así, su secretario general puntualizó por la tarde que la decisión «autónoma» de España es «legítima», iniciativa que le comunicó el miércoles Chacón. Pese a recordar que «no se dan las condiciones de seguridad» y afirmar que «si vamos a decidir sobre un cambio de tamaño o estructura de la fuerza de estabilización para Kosovo, la decisión debería ser tomada sobre la base de una propuesta de las autoridades militares», no dudó en reconocer que «España ha hecho una labor muy buena», informa J. Galarreta.Ayer mismo, tras anunciar a las tropas el fin de la misión, Chacón llamó a los portavoces parlamentarios para comunicarles la noticia y hoy mismo solicitará la comparecencia urgente en el Congreso de los Diputados para informar de cómo se realizará la retirada. La noticia fue acogida por las tropas sin demasiada sorpresa. «Pensábamos que iba a ser antes», reconocía un soldado. Pero a quienes más afectará esta decisión será a los ciudadanos locales. Más de 150 kosovares trabajan dentro de la base y ésta es la «principal empresa» para esta región, pues la base se provee de buena parte de los comerciantes locales.
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