Tedax
«Menos mal que hoy estabamos pocos»
«Desalojad, desalojad» fueron las palabras que los trabajadores que se encontraban en el interior del edificio que alberga la sede de EITB, las oficinas de la Hacienda Foral, y otros medios de comunicación como Onda Cero, Antena 3 Televisión, El Mundo y Deia.
Lo que parecía un día tranquilo se tornó en caos y destrucción con la llamada de un comunicante anónimo que decía hablar en nombre de ETAa los bomberos de Bilbao, alertando de la colocación de una furgoneta bomba que explotaría a las 11 de la mañana junto a la sede de EITB situada en la zona de San Mamés de Bilbao.
Inmediatamente agentes de la Policía Municipal y de la Ertzaintza se movilizaron para vaciar el edificio en el que se encontraban unas cuatrocientas personas trabajando en las diferentes empresas ubicadas en el inmueble. «Sobre las diez y media agentes de la Policía Vasca entraron en la redacción con silbatos y megafonía gritando ‘desalojad, desalojad'», relató una periodista de Onda Cero.
Igualmente, otros agentes fueron ayudando a salir a los trabajadores de otros medios, especialmente aquellos que se encontraban en ese momento en la distintas dependencias de EITB. «Menos mal que hoy estabamos pocos», aseguró otra profesional. Muchos incluso tuvieron que dejar sus enseres personales y su vehículo privado en el interior del aparcamiento de la sede.
En total unas 400 personas ya en la calle fueron trasladados hasta la intermodal Termibus, origen y destino de todos los autobuses de largo recorrido que salen o llegan a la capital vizcaína y a la Escuela de Ingenieros, situada enfrente de la sede.
No obstante, la zona no era segura y las Fuerzas de Seguridad decidieron ampliar la zona acordonada hasta la avenida Sabino Arana y las entradas de Basurto a la zona de San Mamés. Numerosos viajeros que se encontraban esperando coger los autobuses a sus destinos para pasar el día de Nochevieja con sus familias, se vieron desalojados y esperaban a 300 metros del lugar, cargados con maletas y mochilas la reanudación de servicio. «Iba a coger el autobús para ir a Madrid para pasar la Nochevieja con mi familia, pero nos han dicho que nos vayamos de Termibús porque habían puesto una bomba».
La Policía Municipal alertó a los vecinos de la zona que tomaran precauciones bajando las persianas y cerrando las ventanas. Algunos, cargados con la cena de hoy esperaban arremolinados tras el cerco policial sin que pudieran entrar a su casas. «¿Han desalojado a tiempo la sede? Es que mi hija trabaja ahí» preguntaba preocupado un hombre a los curiosos. A las 11:05 de la mañana un fogonazo iluminó la calle acompañado por un estruendo seco y metálico.
«El estruendo ha sonado muy fuerte» relató Carmen, una vecina de la calle Urkijo a lo que añadió «a nosotros no nos ha pasado nada pero el susto no nos lo quita nadie». La deflagración convirtió en un amasijo de hierros la furgoneta bomba en la que ETA había colocado 100 kilos de explosivo y se llevó por delante toda la cristalera de la zona posterior del edificio Bami, en donde se encuentra parte de la redacción digital EITB.com, el comedor y varias oficinas de la del grupo de comunicación público vasco, así como la redacción de Onda Cero Bilbao.
Aunque la bomba causó numerosos y aparatosos desperfectos, los sistemas informáticos del ente público no se vieron afectados, por lo que tres horas después, los trabajadores pudieron retomar sus labores informativas mientras los operarios del Ayuntamiento de Bilbao se afanaban en retirar los cristales de las mesas de redacción, apartar los trozos de techo falso desprendidos y retirar algunos ventanales desencajados. La onda expansiva también reventó algunas ventanas del Edificio de la Facultad de Ingenieros.
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