Crisis económica
Mesianismo frente a esfuerzo
Más de 800.000 nuevos parados en España durante el primer trimestre es la consecuencia más visible de una caída del PIB claramente superior al 3% y de tener una normativa laboral obsoleta incapaz de hacer frente a los retos económicos de la globalización en el siglo XXI. La economía española está entrando en un terreno sin antecedentes y cuando esto ocurre los ciudadanos necesitamos un esquema mental que nos ayude a entender y a reaccionar (o no) frente a lo que está ocurriendo. Por un lado, el Gobierno intenta convencernos de que todo esto proviene de un «tsunami» exterior y que sólo cabe la resignación hasta que escampe y solicitar la prodigalidad del Gobierno para que adopte medidas paliativas o anestésicas. El toque de esperanza está en la apelación continua a que el final está cerca sin necesidad de hacer nada por propiciarlo. Frente a este mesianismo económico del «motivos para creer en la Z», se sitúa una visión racional de las causas del drama del paro que, además de haber demostrado una clara superioridad en términos de capacidad predictiva, es esencialmente una visión de confianza en la capacidad de los españoles por hacer cosas para salir de la crisis bajo un nuevo liderazgo. En junio los españoles tendremos una oportunidad para manifestar con qué visión nos quedamos. Y se nota en muchos católicos quienes, tal vez, cumplen unos ritos, siguen unas normas, van los domingos a misa, pero la fe apenas aporta algo de calor en sus vidas. Suelen repetir frases como «no hay que ser exagerados», «primero.
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