«Mi hijo se ha mantenido con vida hasta que han arrestado a sus asesinos»

MADRID- Los familiares más allegados y la novia del guardia civil asesinado por ETA hicieron grandes esfuerzos para contener la emoción en el momento en que llegaba, a la base aérea militar de Getafe, el féretro con los restos mortales del joven Fernando Trapero. Llegó pasadas las 15:30 de ayer a bordo de un avión de la Fuerza Aérea Española.

Los ministros Alfredo Pérez Rubalcaba y José Antonio Alonso, el presidente del Senado, Javier Rojo y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre fueron las principales autoridades que acompañaron a medio centenar de familiares y amigos y doscientos compañeros de la Guardia Civil, en el duro momento de la llegada del cadáver de Trapero. Ocho de sus compañeros del Grupo de Apoyo Operativo, dos mujeres y seis hombres, portaron el féretro desde el avión que le había traído desde el hospital de Bayona hasta el coche fúnebre, en el que fue trasladado al colegio de la Guardia Civil de Valdemoro (Madrid).

El duro silencio que reinaba en la pista de aterrizaje se suavizó con los acordes de la marcha fúnebre de Chopin que interpretó la banda del Instituto Armado para acompañar el momento en que el féretro, cubierto con la bandera de España y un tricornio, era portado hasta el vehículo. Pocos minutos en los que no dejó de derramar dolorosas lágrimas una de las compañeras de Fernando Trapero, portadora del féretro.

El capellán castrense de la Dirección General de la Guardia Civil ofició un breve responso antes de que los restos mortales del agente partieran hasta el colegio «Duque de Ahumada» del Instituto Armado.

Allí quedó instalada la capilla ardiente y es donde también hoy se celebra el funeral de Estado que presidirán los Reyes y los Príncipes de Asturias. La familia quiso que el velatorio se desarrollara en la intimidad. Ya pasaron el trago ante las cámaras en la pista de Getafe y hoy se enfrentarán a lo mismo en el funeral.

El dolor contenido de su madre, consolada cariñosamente por el ministro Rubalcaba, de su padre y de su novia daban cuenta que ya llevaban más de cuatro días de angustia. Desde que el sábado Fernando Trapero fuera tiroteado por ETA, en la localidad francesa de Capbreton, su muerte era prácticamente un hecho. Han sido cuatro largas jornadas en coma y el fallecimiento coincidió con la detención de los etarras Asier Bengoa y Saioa Sánchez. De hecho, el padre del fallecido Fernando Trapero, afirmó ayer: «Mi hijo se ha mantenido con vida hasta que han detenido a sus asesinos. En el momento en que nos daban la noticia –de la detención de los etarras–, en ese momento, fallecía mi hijo».

En declaraciones a la agencia Efe, agradeció las numerosos muestras de cariño que desde toda España ha recibido la familia. También explicó que habían decidido que sus restos descansen en El Tiemblo (Ávila), localidad de la que es originaria la mayor parte de la familia Trapero. Allí serán los amigos los que trasladen hasta la sepultura el féretro. Algunos de estos amigos han estado en la localidad francesa de Bayona, donde estaba hospitalizado en coma, para dar el último adiós a Fernando, de 23 años.

También decenas de vecinos de Getafe quisieron despedir al agente en las puertas de la base aérea militar de la localidad madrileña. No se produjeron incidentes ni se oyó ninguna voz que rompiera el triste momento. Hoy, a partir del mediodía, tendrá lugar el funeral de Estado, al que además de la Familia Real está previsto que asistan las principales autoridades institucionales y políticas españolas.

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, y el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, encabezarán las delegaciones de sus respectivos partidos. Según fuentes del PP y del PSOE, además de Blanco y Rajoy asistirán otros miembros de estos partidos, y también se prevé que acudan dirigentes de IU, así como de otras fuerzas políticas.