«Mi obra provoca vómitos en algunos»

Cada creador es muy libre de llamar a sus obras como le plazca, pero resulta extraño que algunos elijan la palabra «mierda» o «basura» para referirse a ellas. Javier Mariscal utilizó los dos términos, pero al dibujante se le perdona todo. Vive en ese mundo genial del buen rollo en el que no hace falta reloj. «Yo no entendía el concepto de mes y tiempo hasta que me lo explicó Pedrito (Almodóvar). Cuando trabajaba en Telefónica me decía que cobraba al final de mes. Y yo me preguntaba y ¿qué será eso?» Él al fin y al cabo vivía por y para sus bocetos. Nada le hacía pensar por aquel entonces que luego sus creaciones serían requeridas para una restrospectiva en el Museo del Diseño en Londres. Vocabulario irreverenteLa sala expone hasta el próximo mes de noviembre más de 2.000 piezas que avalan sus treinta años de carrera. Después de darse un rodeo por el edificio situado a orillas del río Támesis queda patente que el valenciano es un genio. El vocabulario irreverente que utiliza en cada una de las frases se sitúa por tanto en un segundo plano. O en un tercero si se prefiere. La superposición está presente en cada uno de los rincones. La habitación está llena de Cobi, alfombras de colores, villas hechas a base de cartón, portadas de revistas japonesas, templos de ladrillos curvos, sillas con forma de árbol.... «Pretendía traer mucha más basura. Mi idea era haber hecho un laberinto. Ha quedado muy limpio. Demasiado tímido, para mi gusto, pero tuvimos que elegir entre todas los millones de mierdas que hemos hecho». Me quedo callada por un instante. «Sí, he dicho mierda… pero no me mires así. Si quieres las llamo obras de arte, pero yo no me creo nada y menos lo que yo hago».La exposición de Mariscal se llama «Drawing life», («Una vida dibujando»). «Todo resulta de una mezcla de realidad y sueño que sacas a la calle en forma de proyecto. Hay unos que vibran con el resultado y otros a los que les causa auténtico vómito. Pero todos necesitamos comunicarnos y yo utilizo el lenguaje más antiguo. Con mis dibujos me conecto con mis ancestros».