Cáritas

Miente que algo queda

La Razón
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Quizás se arrepienta toda su vida. Zapatero ha cometido un grave error con sus confidencias a Gabilondo cuando creía cerrado el micrófono. Él mismo desveló su auténtico talante. El de la tensión, el de la dramatización, el de la crispación. Se mostró interesado en el enfrentamiento intrincando la actitud de sus contrincantes. El lobo con piel de cordero. Muestra palpable ha sido el furibundo ataque a la Conferencia Episcopal, lanzando contra la Iglesia a sus huestes, apesebradas o no, sin importarle que en esa cruzada «goebelsiana» la tergiversación y la falacia sean denominador común. Miente que algo queda. Como cree que algo no le ha funcionado, se apresuró a tomarse tres «calditos» con el Nuncio –¿y la Iglesia de los pobres?– tras ocultar que los obispos hablan de «respetamos a quienes ven las cosas de otra manera. Sólo pedimos libertad y respeto para proponer libremente nuestra manera de ver las cosas, sin que nadie se sienta amenazado ni nuestra intervención sea interpretada como una ofensa o un peligro para la libertad de los demás». Zapatero, Almodóvar, Cuerda y todos los anticatólicos no han leído el comunicado pero han obviado que dice «no pretendemos que los gobernantes se sometan a los criterios de la moral católica, pero sí que se atengan al denominador común de la moral fundada en la recta razón y en la experiencia histórica de cada pueblo». El presidente omite que señalan «el terrorismo es una práctica intrínsecamente perversa, del todo incompatible con una visión moral de la vida justa y razonable». A esos pregoneros les molesta la sensibilidad católica «nos parece que los inmigrantes necesitan especialmente atención y ayuda. Y, junto a los inmigrantes, los que no tienen trabajo, los que están solos, las mujeres humilladas y amenazadas por la violencia doméstica, los niños, objeto de explotaciones y de abusos, y quienes no tienen casa ni familia donde acogerse». Eso sí, ni una palabra contra otras confesiones que animan a no votar al PP. Como si quisieran reeditar la Iglesia de las catacumbas.