Honduras

Militares hondureños toman las calles tras el cese de su jefe

BUENOS AIRES- Aunque por ahora solo los medios locales hablan de golpe de Estado, lo cierto es que la situación que vive Honduras tiene todos los tintes de serlo. Cientos de militares se hallan desplegados en la capital, un día después de que el presidente Manuel Zelaya destituyera al jefe del Estado Mayor, ante la tensión surgida por una consulta que promueve el mandatario para reformar la Constitución y permitir la reelección.Desde el Primer Batallón de Infantería, situado a 5 kilómetros al oeste de la capital, los militares armados con escudos metálicos, bastones de madera y bombas lacrimógenas, asedian el aeropuerto internacional de Toncontín, la sede del Parlamento, los alrededores de la Corte Suprema de Justicia, la Casa Presidencial y algunos puentes de la ciudad.La movilización de las tropas se realizó para prevenir posibles disturbios por parte de organizaciones populares e indígenas, que apoyan a Zelaya en su propósito de llevar a cabo la consulta, donde se interrogará a la ciudadanía sobre si aceptaría una convocatoria a reformar la Constitución.«No quieren dejar que al pueblo se le consulte, ni que hable, ni que opine, ni que tenga participación, ni que haya democracia en Honduras», enfatizó Zelaya, a la vez que pedía «calma» en referencia al Poder Judicial. Con excepción de las organizaciones populares de izquierda, todos los sectores se oponen públicamente a la consulta, que fue declarada ilegal por la Fiscalía y la Corte Suprema de Justicia.Además, el Tribunal Supremo instruyó a las Fuerzas Armadas para que no se presten a movilizar urnas u otro material que el Gobierno tiene previsto instalar en todo el país.En represalia, Zelaya destituyó la noche del miércoles al jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general Romeo Vásquez, y aceptó la renuncia del ministro de Defensa, Edmundo Orellana. Sin embargo ayer, el Parlamento y Supremo anularon la decisión.Zelaya, que ha virado al conservador Partido Liberal (PL) a la izquierda, integrándose a la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), termina su período presidencial el 27 de enero próximo.