América

Caracas

Moratinos en busca de la inversión perdida

El ministro quiere una «relación profunda y respetuosa» con el Gobierno de Chávez y restablecer vínculos comerciales 

Moratinos, en buscade la inversión perdida
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«Venezuela no es tan fiable para hacer negocios como Brasil o México, pero hay que estar aquí. El riesgo es que Chávez descarrile definitivamente», reconocía ayer un alto ejecutivo de una multinacional española presente en la misión empresarial que acompaña al ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en su polémico viaje a Caracas. El temor a la deriva que pueda tomar el régimen chavista es la principal causa de que las inversiones españolas en Venezuela se mantegan por debajo de las realizadas en otros países de la región. El precedente del Banco de Venezuela, nacionalizado por Chávez, y por el que el Banco de Santander obtendrá, tras un acuerdo «amistoso», unos 750 millones de euros, desalienta a los inversores. Tampoco generan confianza las expropiaciones forzosas que están sufriendo los ciudadanos hispano-venezolanos ni las dificultades en la repatriación de beneficios. Sin embargo, pese a este complicado panorama, Moratinos inició ayer con buenas perspectivas una visita oficial de tres días al frente de una delegación de una veintena de firmas. Entre ellas, Iberdrola y Elecnor tienen previsto cerrar la construcción de una central de ciclo combinado en Cumaná (Sucre) por 2.000 millones de dólares y una carga de trabajo de dos años.Firma de contratosRepsol espera sellar un acuerdo con la petrolera estatal venezolana (Pdvsa) para la exploración de yacimientos en la Faja del Orinoco, la mayor reserva de crudo del planeta. Otras firmas, como las navieras Vulcano, Rodman o Navantia, o las firmas del sector ferroviario (CAF, Ineco, Alstom) pretenden profundizar sus relaciones en Venezuela y alcanzar jugosos contratos como el del metro de Caracas.El choque del «por qué no te callas» entre el Rey y Chávez, que tensó al límite las relaciones hispano-venezolanas, parece haber quedado atrás gracias a los esfuerzos del Gobierno español. Pero la aparente cordialidad se ve salpicada por las veleidades del venezolano. En este sentido, varias empresas (entre ellas Iberia), tienen millones de dólares congelados por las retenciones en los controles de cambio. Como explicó ayer a LA RAZÓN un directivo español, Venezuela se empeña en no facilitar el cambio de bolívares (la moneda local) a dólares, especialmente cuando la repatriación de capitales es grande. «Está llevando a mi empresa a un escenario de quiebra en un contexto de crisis como el que estamos y con la necesidad de liquidez que casi todas las empresas tenemos. Se hace casi imposible invertir en Venezuela, salvo que seas una gran multinacional y, aun así, con Chávez es difícil estar seguro», reconocía esta fuente.Moratinos expuso estas cuestiones a su homólogo Nicolás Maduro. Según le dijo el ministro, España y sus empresas confían en «la Venezuela del presente y el futuro y le ofreció su deseo de mantener una «relación profunda, sincera y respetuosa» con el Gobierno de Chávez. Su encuentro con el caudillo, previsto para mañana, aún está en el alero.