Aborto

No es un derecho

La Razón
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Puede tener derecho una madre a matar al hijo que espera? Para la reforma en ciernes, sí. Éste es el objetivo: aparte de satisfacer los intereses de la industria abortista, satisfacer los principios ideológicos del feminismo radical. La idea es sacar el aborto del Código Penal y encumbrarlo a la categoría de derecho, un derecho de nueva generación, ligado a la libertad sexual y reproductiva de la mujer. Además, abortar sería, desde esta lógica, una manifestación de su autonomía y dignidad.Las consecuencias de esta reforma saltan a la vista. Primero, deformará aún más las conciencias, porque si el sistema actual de indicaciones –por definición, algo excepcional– ha hecho del aborto algo normal, es fácil imaginar cómo impactará en las conciencias. Segundo, si es un derecho, arroja a los que defendemos la vida del no nacido al lugar de los antisistema, por no decir de la ilegalidad. ¿Y esto es conforme con la Constitución? Con toda claridad: no. Y no, porque el Constitucional dijo que sólo cabe despenalizar el aborto cuando haya conflicto con la vida, la salud de la madre, el feto presente malformaciones o el embarazo sea consecuencia de una agresión sexual. Nunca fruto de un «porque sí». En todo esto hay dos personas que no cuentan para nada. Uno, el no nacido. Y la otra, la madre. Su destino es inmolarse a las exigencias ideológicas de la dictadura feminista. El trauma de acabar con la vida no cuenta. Madre e hijo quedan como víctimas de la violencia, una de las pocas señas de identidad de un progresismo cada vez más patético, pero letal.