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Nueva imagen el mismo Nadal

Nueva imagen, el mismo Nadal
Nueva imagen, el mismo Nadallarazon

Madrid- El primer duelo del año entre Rafa Nadal y Roger Federer tendrá que esperar porque la vida no parece haber cambiado mucho en el mes que lleva parado el circuito. Sólo es un torneo de exhibición, muy poco para sacar conclusiones, pero el número uno del mundo demostró que se encuentra en plena forma y que la lesión que le obligó a perderse el Torneo de Maestros y la final de la Copa Davis es prehistoria. El manacorense venció a Davydenko en Abu Dhabi (6-2 y 6-3) y se enfrentará por el título con Murray. El escocés superó a Federer otra vez (4-6, 6-2 y 7-6), la tercera consecutiva tras el Masters Series de Madrid y el Masters de Shanghai.
Federer, quizá algo más delgado que el año pasado, no está perdido para el tenis, pero tampoco parece que pueda volver a ejercer la tiranía de cuando reinaba en el circuito. Se ha convertido en un tenista humano, aunque es el humano con más clase, por lo tanto el principal aspirante a pelear con Rafa por ser el mejor. «He comprendido que ganaré unos partidos y perderé otros, pero mientras siga disfrutando del juego no me importa perder. Eso sí, quiero ganar los grandes partidos», reconoció Roger.
 En esa pelea por ser el rey del tenis también puede entrar en 2009 Andy Murray. El británico, «criado» tenísticamente en Barcelona, despegó a finales de la pasada temporada, alcanzó el número cuatro del ranking y quiere seguir creciendo. Djokovic es el único candidato a número uno que no participó en Abu Dhabi. Sólo es un torneo de preparación. La verdadera primera batalla llegará a partir del 19 de enero con el Abierto de Australia.
Davydenko fue el último jugador con el que se enfrentó Nadal. Eran los cuartos de final del Masters Series de París y perdió el español, que se retiró lesionado tras ceder el primer set. El ruso también ganó ayer los seis primeros puntos y los dos primeros juegos, pero a partir de ahí Rafa impuso su ritmo y fue inalcanzable. Ya se sabe que no le gusta perder ni en los entrenamientos, y lo de ayer no era más que eso: un entrenamiento de calidad con el aliciente de los petrodólares árabes.
El juego de Nadal sigue impecable, incómodo para sus oponentes. Lo único nuevo fue su «look». Este año el español se mostrará ante sus rivales con una imagen más sobria y madura, menos salvaje. Los pantalones piratas que empezó a lucir junto a Feliciano López en el Abierto de Australia de 2005 perdieron unos centímetros para convertirse en más cortos, por encima de las rodillas. Además, el líder de la ATP también se olvidó de las camisetas sin mangas y de colores muy llamativos, como verde y naranja casi fluorescentes. Rafa apareció ayer ante Davydenko con un polo blanco y amarillo con una franja azul pequeña y otra azul marino más grande. Su pelo, aunque largo, también ha perdido unos dedos. Una imagen algo más clásica que esconde debajo al Nadal incansable de siempre. Al número uno.