Obama ilusiona a Iberoamérica

Más allá de los hechos, el discurso es otro. «Igualdad, nueva era, obligaciones conjuntas» son algunas de las palabras utilizadas por el presidente norteamericano, Barack Obama, en la apertura de la V Cumbre de las Américas. Un cambio sustancial que ilusiona a los líderes iberoamericanos y que hace pensar en un futuro mejor para el continente. Algunos presidentes han soñado esta noche con el mensaje de Obama y en lo que, para los más optimistas, podría ser el fin de embargo. «Podemos construir una nueva relación con Cuba, es un largo camino que no será fácil, pero lo haremos en la manera adecuada», dijo el mandatario norteamericano desde Puerto España, en Trinidad y Tobago. En los pasillos del recinto varios líderes comparaban las declaraciones con el famoso «I have a dream» de Martin Luther King. «Estoy preparado para escuchar y aprender», agregó, despertando simpatías incluso entre los jefes de Estado bolivarianos. De hecho, fue el propio Obama el que se acercó a estrechar la mano de Hugo Chávez antes de comenzar su intervención. «Con esta mano saludé a Bush hace ocho años. Quiero ser tu amigo», le dijo el caudillo venezolano. El mandatario norteamericano también tuvo gestos similares con los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Nicaragua, Daniel Ortega, aliados de Venezuela. Otro ejemplo de la predisposición de Obama fue la solicitud personal que le hizo a la presidenta chilena, Michelle Bachelet, para que reuniese ayer a sus colegas de Unasur: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay y Venezuela, entre otros. En un ambiente distendido, Obama bromeó cuando alguien tocó el interruptor, dejando a oscuras la sala donde se celebraba el encuentro. «Quién ha apagado la luz», espetó ante el auditorio. Antes de la reunión, Chávez obsequió a su homólogo estadounidense con un ejemplar de «Las Venas Abiertas de América Latina», del uruguayo Eduardo Galeano. El libro relata cómo el continente comenzó siendo saqueado por los conquistadores españoles y cómo EE UU tomó el relevo del expolio. Un mensaje algo desfasado -el libro data de los 80-. Obama creyó que el libro era de Chávez. Tras su salida de la reunión, Chávez declaró que «siempre he puesto como buen ejemplo la era Clinton, con quien dialogábamos y conversábamos. Con el presidente Obama hemos comenzado a conversar y, ya de hecho, es un buen inicio. Creo que hemos comenzado con buenos pasos, espero que con el tema cubano también», sostuvo. La pelota está ahora en el tejado cubano que deberá hacer concesiones en materia de libertades y derechos humanos.