San José
«Pagafantas» llega el poder «friqui»
Hace un par de días, Álex de la Iglesia, presidente del jurado, vaticinó que la discusión para repartir los premios será este año «acalorada», mientras reconocía su entusiasmo por una de las películas que compiten en la sección oficial: «Me parece extraordinaria, aunque otros miembros tienen otras preferencias». Del título, ni mú, lógicamente. La que debe hacerle también mucha gracia al autor de «La comunidad» es «Pagafantas», el debut del curtido cortometrajista Borja Cobeaga. Comedia «freak» y verbenera que narra las hilarantes desventuras de Chema (Gorka Otxoa), un pobre diablo al que las mujeres sólo ven como un buen amigo. Para entendernos, que no se come una rosca. Aclamado director Inteligente, divertidísima y desprejuiciada, podría darle un disgusto a «Tres días con la familia», la otra mejor película de la XII edición. Y ya que mencionamos la equis, hoy, sábado, que el certamen proyecta «Flores rotas», la última cinta a concurso, se despeja. Sobre el primer título ayer, «Siete pasos y medio», de Lalo García, una enrevesada, farragosa producción sobre corrupción inmobiliaria y liosas traiciones con Ernesto Alterio, Ingrid Rubio y Sancho Gracia al frente del reparto, poco que añadir. Mejor. El jaleo comenzaba con el pase y posterior rueda de prensa de la ópera prima que dirige Cobeaga. Todo el mundo tocando palmas: «Diego San José y yo queríamos escribir un drama social porque denunciamos una situación seria. Deseaba mandar un mensaje a todos los pagafantas del mundo: salid de ahí, de esa zona. Yo mismo estoy reformado, superé la fase», añade con desparpajo este realizador nacido en San Sebastián. A veces, su cinta recuerda a aquel «Mamá es boba» con que debutó Roberto Santiago; en ambas unos tipos extraños cuyas acciones no resultan menos raras canalizan la historia. «Más que mirar siempre ese lado de la vida, me atrae lo patético. Mis personajes ni siquiera son perdedores porque nunca tuvieron nada... La película supone un equilibrio entre lo cruel y lo tierno», subraya Cobeaga. ¿Tirano o no? Kiti Manver, Óscar Ladoire, Sabrina Garciarena, María Asquerino, Julián López y Ernesto Sevilla (estos dos últimos provienen de la provechosa cantera que nutre a «Muchachada nui») completan el reparto. Y a pesar del buen rollo, Cobeaga lo admite: cuando rueda parece «un tirano; bueno, no, pero me gusta el sindicalismo vertical...». Crecido, lanza la penúltima: «Entre nosotros, los vascos, resulta difícil ligar. Al llegar a Madrid me parecía La Habana... De hecho, nosotros nos vamos a Burgos para hacer turismo sexual... Y encima somos superiores mental y físicamente», ironiza, listo como el hambre.
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