Barcelona

Primer juicio por delito de atentado contra un profesor

La Razón
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BARCELONA- Una pareja de padres de Barcelona podrá ser castigada con una pena de tres a cuatro años de cárcel por agredir a dos maestras y a una conserje de un colégio público de la ciudad en octubre de 2006. Se trata del primer juicio celebrado en España donde se considera delito –y no falta– la violencia sobre docentes.

De hecho, se decidió que este fuese el primer caso de este tipo a raíz de la instrucción dictada por el entonces fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), José María Mena, y la posterior petición del ministerio público y de la Generalitat.

Ayer comenzó la vista en Barcelona, donde la Fiscalía, el Ayuntamiento y la Generalitat se presentan como acusación y demandan un año y cuatro meses de prisión para la pareja (Montserrat Márquez y Juan V.Z.), que agredieron a las docentes del colegio Eduard Marquina después de que éstas negaran la entrada al colegio a su hijo de cuatro años.

Según contaron las maestras, la madre del pequeño –al ver impedida la entrada al centro por no haber pagado una cuota simbólica de cinco euros para poder disfrutar del servicio de guardería previo a las clases–, intentó su paso utilizando la fuerza. Cuando vio que no podía, llegó a zarandear a la jefa de estudios, Gloria Zaragoza, cogiéndola del cuello al tiempo que amenazaba a la conserje y a la directora, María Dolors Cortadillas. Su marido, mientras tanto, le jaleaba diciendo «pégales, mátalas, bueno, ya la encontrará en la calle», dictaba al tiempo que varios niños lloraban.

Por su parte, los padres han negado cualquier agresión o amenaza e incluso haber faltado el respeto a las maestras, al tiempo que han atribuido las acusaciones a un «complot» en su contra.

La abogada de la conserje agredida (a la que representa el Ayuntamiento) alegó que el sistema debe velar «porque se respete la autoridad» de las direcciones de los centros escolares. La letrada adivirtió de que, en caso contrario, se corre el riesgo de que aparezcan «efectos reflejos». La acusación reclama también el pago de una multa de 540 euros y una indemnización de 5.500 para las dos maestras por las secuelas derivadas de la agresión.

La defensa, no obstante, ha lamentado que el cambio de concepción de las agresiones contra los docentes llegue justamente en un caso en que los acusados son pareja en un barrio socioeconómico desfavorecido como es el caso de La Mina en Barcelona. Los letrados han pedido la absolución de la pareja o, en su defecto, la imposición de una multa por faltas.