AVT
Si no quedara uno
La sociedad vasca acaricia el deseo de expresarse en libertad. Hoy renacen aires de esperanza
Me pone los pelos de punta que uno de los máximos responsables de la banda asesina ETA tenga treinta años, vaya al gimnasio y diera clases de ética. Una triple espeluznante coincidencia con una servidora. Salvo que mis clases son de valores, ya que, como la educación y la sociedad actuales los dan de lado, corren hoy un peligroso riesgo de desaparición. La otra gran diferencia es que este personaje, cuya «ética» le permitía arrebatar vidas humanas, tenía pensado atentar con furgoneta-bomba, y fue un coche-bomba, lo que casi nos mata a mi madre y a mí. Tras muchos años intentando comprender qué lleva a un ser humano a dejar huérfanos a unos chiquillos, a arrancar a una madre el sentido de su vida o a mutilar a una niña, llega una a plantearse que si no quedara uno de estos terroristas en libertad, los que vengan detrás, se lo pensarán dos veces antes de apretar el gatillo. Las noticias de las detenciones alimentan la esperanza de la derrota del terrorismo. De nuevo se habla de alcanzar un compromiso democrático contra ETA. Otra vez. A ver si ésta es la definitiva. El tiro en la nuca no es ni será nunca una herramienta válida, y mucho menos eficaz, para lograr algo. La justicia debe actuar de forma contundente y sin excepciones. También el entorno etarra debe ser juzgado, porque quien apoya financiera e institucionalmente esa maquinaria asesina, tiene su parte de responsabilidad en los actos violentos ejecutados. Firmeza y unidad. Los paréntesis, las debilidades, las dispersiones, los saben utilizar bien los asesinos para seguir existiendo.Con mucho esfuerzo se consiguió hacer entender a ETA que no iban a conseguir nada utilizando la violencia. Pero aquellos desafortunados contactos con los asesinos les llevaron a creer que tenían razón. Que si alguien les escuchaba, es que sus pretensiones no estaban tan desencaminadas. Se frustraron así las expectativas de acabar definitivamente con el terrorismo en España. Hoy la justicia recupera confianza. Los derechos humanos cobran protagonismo. La sociedad vasca acaricia el deseo de expresarse en libertad. Hoy renacen aquellos aires de esperanza.
✕
Accede a tu cuenta para comentar