Crisis económica

Subvenciones e impuestos

La Razón
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Lo mejor de Aznar es lo claro que lo tiene. Se podrá estar de acuerdo o en desacuerdo con él, pero es evidente que el expresidente no va por la vida con engaños. Dijo que se retiraba a los ocho años, y se fue. Dijo que no regresaría al escaño, y lo ha hecho. Aseguró que no volvería al partido, y ahí sigue, alejado de Génova. De Aznar se puede discrepar, pero hay que reconocer que tiene las ideas claras y que, además, las expone con nitidez. Ayer volvió a hacerlo en el Campus de FAES. En una doble vertiente: hablando de Europa y sobre la crisis. En lo primero postuló que hay que volver a los principios fundacionales de la UE, y recordó que en las pasadas elecciones europeas ha perdido el socialismo y han ganado las opciones que defienden menos intervención y más libre mercado. Con relación a la crisis, el presidente sostiene que es posible la recuperación, pero hay que huir de las recetas intervencionistas, auténticas responsables del colapso actual. Han fallado los Estados, no el mercado. Ha fallado la mala regulación. Por eso hay que evitar que los Estados avancen a costa de la sociedad. Aznar puede estar equivocado, pero lo cierto es que cuando gobernó supo levantar a este país de un paro del 22 por ciento. Frente a eso, las recetas estatalizadoras no prometen más que más de lo mismo: subsidios, subvenciones e impuestos.