Hollywood

«Triunfé por mis orejas como Obama»

«Triunfé por mis orejas como Obama»
«Triunfé por mis orejas como Obama»larazon

madrid- Con un jersey de pico azul, el esbelto y cálido señor Smith sonríe tropecientas veces de oreja a oreja (ya volveremos a ellas) y defiende la película con el arma que mejor usa, y no me refiero a un fusil: el humor. «Quiero protagonizar muchas clases diferentes de filmes, aunque la comedia es mi espacio natural porque tiene que ver con la forma en que encaro la vida. No obstante, sé que crezco como actor gracias al drama», asegura, y añade que «con la risa puedo solucionar el dolor y las penas de mi existencia. Es una necesidad espiritual, física», y una idea interesante. Una apuesta arriesgada En «Siete almas», una película muy seria, por contra, sobre la redención y el peso mortal de los remordimientos, encarna a un pobre tipo que intenta compensar los errores del pasado ayudando a los demás: «Se trata del primer personaje con el que no estoy seguro si coincido en lo referente a sus elecciones... Me costó comprenderlo», subraya Smith, que de vez en cuando suelta frases en un decente español, sobre una cinta de cuyo argumento poco más podemos decir sin pifiarla. Muccino, el director de «En busca de la felicidad», que a Smith le supuso la segunda nominación al Oscar, firma la cinta: «No teníamos demasiadas ideas claras al principio, pero sí que en la obra habría ternura», señala el italiano, quien no descarta repetir una tercera vez con Smith: «Me motiva para descubrir nuevos territorios. Juntos podemos realizar algo casi revolucionario en Hollywood, donde siempre hacen lo mismo. Es el cine independiente el que empuja a la industria. Cuando te encuentras en el límite resulta aterrador; con miedo, debes pensar mucho lo que estás haciendo, y eso fue lo que nos pasó», indica mirando al intérprete ,el mejor pagado de 2008, quien suelta con gracia que la clave de su éxito reside «en mis orejas; en serio, poseen algo especial, las comparan con las de Obama y Micky Mouse. EE UU tiene una relación fetichista con ellas...». Menciona al presidente, cuya victoria aún celebra: «Lloré tanto que mi hija pensaba que había sucedido algo malo. No supone sólo un logro para mi país, sino para la humanidad. Nunca un hombre descendiente de esclavos ha sido elegido para gobernar ese imperio». Lo que a Smith no le preocupa es que «Siete almas» haya recaudado «únicamente» 60 millones de dólares en EE UU (las anteriores suyas llegaron volando a los 100), y espera que no comparen ¿Siete almas¿ con títulos como ¿Soy leyenda¿, porque se trata de obras diferentes».Incluso rebajó su salario para protagonizar la cinta, pero se da por bien pagado: «Pretendo romper moldes, y si estoy bendecido como Eastwood, seguir en esto 40 años más». Antes de irse para ver, a lo mejor, si nieva o no finalmente en Madrid, menciona que sólo le enfada «que una persona con posibilidades no tenga deseos de mejorar. Hasta deseo calzarme los guantes...». Como en «Ali», su primera candidatura al Oscar, por cierto.