«Txeroki» el nuevo héroe abertzale

Bilbao- Tres días después de que ETA colocara una bomba con cien kilos de explosivos frente a las oficinas de varios medios de comunicación en Bilbao, la capital vizcaína fue testigo del ensalzamiento de Garikoitz Azpiazu, «Txeroki», ex jefe «militar» de la banda, como el nuevo ídolo de la izquierda abertzale. Con una gran foto del sanguinario terrorista en primer plano y en compañía de ilustres proetarras como Arnaldo Otegi, Tasio Erkizia, Jone Goiricelaya o el histórico dirigente de la banda Eugenio Etxebeste, alias «Antxon», los familiares de los presos de ETA clamaron por el fin de la dispersión de los miembros de la banda que cumplen condena en España y Francia.
Tres días después de que ETA demostrara cuáles son sus argumentos en eso que llaman «el conflicto vasco», los familiares de los condenados por terrorismo lanzaron duras críticas contra los gobiernos democráticos de ambos países «por la situación límite que impone a los encarcelados».
Por supuesto sin una sola mención a la furgoneta-bomba, el colectivo de familiares Etxerat denunció ayer que ambos ejecutivos obligan a los presos «a permanecer en la cárcel a pesar de tener enfermedades graves e incurables y a pesar de que ya han cumplido muchos su condena».
Miles de personas, precedidas de la clásica pancarta de «Presos vascos a Euskal Herria», recorrieron las calles de Bilbao entre gritos de «sin amnistía no hay paz» o «PNV español» hasta finalizar su marcha frente al Ayuntamiento de la capital vizcaína. En las primeras filas también figuraba una pancarta con el lema «No a la pena de muerte. No a la cadena perpetua. Presos vascos a Euskal Herria». En este marco, la compañera del etarra Bautista Barandalla, María José Campos, leyó un comunicado, «un grito de denuncia», en el que advertía de que «nosotros vamos a seguir trabajando, vamos a traer la voz de nuestros familiares, vamos a ser el espejo donde se tengan que mirar la vergüenza todos aquellos que miran para otro lado cuando nosotros denunciamos la violación sistemática de los derechos de nuestros familiares».
El concejal de Aralar en Durango y cabeza de lista de la formación por Vizcaya para las próximas elecciones, Dani Maeztu, fue más allá y exigió que se termine con la política de dispersión «porque no respeta la legalidad vigente y porque conculca los derechos humanos». En nombre de Aralar, Maeztu solicitó la «inmediata» puesta en libertad de los «presos políticos» enfermos o con tres cuartas partes de la condena cumplida. Maeztu afirmó que «la política de dispersión impone a los familiares» de los presos «un castigo que no merece nadie».