Marín resucita y entusiasma

Es una lástima, que recurra a ganaderías en mal momento, pues los toros de Juan Manuel Criado- muy flojos- deslucieron a la ilusionante terna de espadas. Hubo competencia en quites y un buen plantel de subalternos y banderilleros: Vicente Yesteras en la brega, y Pepín Monje y Niño de Santa Rita con los palos.Serafín Marín realizó en que quinto su mejor faena en la Monumental. Con las zapatillas asentadas en la arena, corrió bien el brazo en muletazos largos y despaciosos, con tandas ligadas y templadas. Se recreó en un toreo de sentimiento, hondura y mano baja. Los circulares, de perfecto trazo, pusieron broche de oro a su labor y en la estocada se volcó materialmente. En su primero mostró estilo y empaque aunque el toro le tropezara las telas. Acabó en terrenos de cercanías, por la flojedad de la res.Padilla mostró su habitual faceta de honesto trabajador del toreo en una faena basada sobre la diestra hasta que el animal se paró. Buenas verónicas ganando terreno y rematando con dos medias fueron el recibo al cuarto. Una faena en el centro del anillo, animando con la voz al toro. Acabó encimista, metido entre los pitones.Andrés Palacios prodigó excelentes muletazos, con la diestra recreándose en los pases de pecho. Faena con ritmo y cadencia, aunque algo acelerado. En su faena al sexto destacaron unos largos naturales, cargando la suerte hasta que se agotó la res.