Europa

Berlín

Una «top model» de 40000 años

Ha dormido durante cientos de años años al pie de una cueva y ahora ha sido devuelta a la vida. Esta voluptuosa venus acapara todas las miradas.

Una «top model» de 40.000 años
Una «top model» de 40.000 añoslarazon

Es difícil imaginar las condiciones en que fue tallada. Hace 40.000 años, unas manos hábiles desbastaron el cuerno de un mamut, pero no para convertirlo en un arma arrojadiza o una herramienta: aquel marfil se transformaría en una estatuilla de voluptuosas formas femeninas. De seis centímetros de longitud, probablemente alguien la llevó atada al cuello a modo de colgante, antes de que se partiera en trozos y durmiera, sepultada a la entrada de una cueva, un larguísimo sueño. Miles de años después, otras manos la han rescatado de su anónimo letargo.

 

La pieza sale ahora a la luz presentada por el equipo de arqueólogos alemanes que la descubrió en la región meridional de Alb-Danubio, cerca de Stuttgart, el pasado septiembre. «Nos quedamos sin palabras al verla», aseguraba ayer Nicholas Conard, responsable de la excavación.

«Casi pornográfica»

La importancia del hallazgo es doble. Por un lado, constituye la representación artística con forma humana más antigua hallada nunca en Europa. Por otro, revela que el hombre del periodo auriñaciense no se limitó a reflejar a los animales que le rodeaban, como se presuponía hasta el momento. Esta venus demuestra que los humanos del Paleolítico Superior comenzaron a plasmar su propia condición mucho antes de lo sospechado.

 

Pero, además, la figurilla habla con bastante elocuencia de las preocupaciones de sus creadores. Como esculpida por un remoto antecesor de Botero, presenta unas formas redondeadas y generosas, aunque son sus desproporcionados atributos sexuales los que más llaman la atención. Los senos y vulva exageradamente agigantados, frente a unas extremidades y cabeza diminutas, han llevado al investigador británico Paul Mellars a tildar la pieza de «casi pornográfica». En 2005, los investigadores encontraron en la misma cueva un falo de piedra pulida de 20 centímetros de largo y 28.000 años de antigüedad. 

Sin embargo, Conard prefiere describir su hallazgo como «una pieza llena de energía y expresividad». Profesor en la Universidad de Tubinga, conoce las excavaciones en Atapuerca, donde labró amistad con el paleontólogo catalán Eudald Carbonell. «Una sexualidad tan marcada está ligada a la fecundidad y subraya la fuerza de los matriarcados en el Paleolítico Superior», argumenta Carbonell para LA RAZÓN. El equipo germano comparte esa visión: la venus constituyó una representación artística de la fertilidad y pudo incluso ser objeto de algún tipo de culto. Conard, de cualquier modo, no quiere dar nada por seguro: «Al fin y al cabo, yo no estaba allí hace 40.000 años. No tengo ni idea de su utilidad».

 

Una flauta muy remota

En la Hohle Fels (roca hueca), la cueva donde se ha encontrado la Venus (a la izda.) y en la que trabajan los paleontólogos de Tubinga, han aflorado unas 25 tallas de marfil en el último siglo, casi todas con formas animales. Por eso sorprende el hallazgo de esta representación humana que será expuesta en Stuttgart. No se trata de la venus más antigua del mundo –la de Tan-Tan, en el Sáhara, data de hace 400.000 años–, pero demuestra la existencia de un grupo de homo sapiens con inquietudes artísticas y musicales: también allí se encontró el instrumento más remoto, una flauta.