Izquierda abertzale
Vencer al miedo
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La «Ertzaintza» ha retirado los símbolos etarras de veinticuatro municipios vascos a instancias de la Fiscalía. Bien por la Fiscalía y por la «Ertzaintza». Es de esperar que la Fiscalía no se dedique sólo a eso. El pasado viernes, en los Informativos de Antena 3, se emitió la grabación a un «ertzaina» denunciando que, durante el periodo de Gobierno del PNV en la autonomía vasca, la «Ertzaintza» recibió órdenes terminantes y continuadas de no actuar contra la ETA ni su entorno. Una manifestación de esa gravedad e importancia, en cualquier nación normal azotada por el terrorismo, sería hoy portada en todos los periódicos. Pero no. Y una manifestación de esa gravedad e importancia, en cualquier nación normal, impulsaría a la Fiscalía a actuar de inmediato para averiguar la verdad o falsedad de esa denuncia. Y una manifestación de esa gravedad e importancia movería a una sociedad normal a emprender todo tipo de acciones judiciales contra el ex consejero de Interior del anterior Gobierno vasco y su ex presidente. Una manifestación de esa gravedad e importancia exige la inmediata presentación de una querella criminal por parte de las Asociaciones de Víctimas del Terrorismo, y personalizada de las familias de todas y cada una de las víctimas de los criminales etarras. Porque «los mandos», de la «Ertzaintza», por muy vinculados que se sientan algunos con el nacionalismo vencido, jamás se hubieran atrevido a adoptar una medida tan miserable, prevaricadora y humillante para el prestigio y la profesionalidad de los miembros de la «Ertzaintza». Esos mandos son los políticos, y ya es hora, ya ha llegado la hora, es el momento y la sociedad no puede permitir que el momento pase, de pedir responsabilidades a quienes ordenaron a la Policía autonómica vasca no actuar contra la ETA. Y también ha llegado la hora de expulsar de la «Ertzaintza» a todos los mandos y policías que visten su uniforme desde el comisariado político y no con la honestidad profesional que se requiere a sus miembros. Dice el policía denunciante que en una amplia representación de la «Ertzaintza» se viven momentos de esperanza, y que están deseando trabajar, investigar y llevar a cabo detenciones de terroristas. En cinco años, sólo una, y porque el etarra se entregó. Ante la posibilidad de que sea cierta tamaña desvergüenza, tamaña manipulación, tamaño abuso del poder, tamaña complicidad de un Gobierno con el terrorismo y su entorno, tienen que ser los ciudadanos, y no los periodistas, los ciudadanos y no los fiscales, los que se personen ante la Justicia para exigir que se abra el camino hacia la verdad. Y si la verdad responde a la denuncia del «ertzaina», nos hallaríamos ante gravísimos delitos cometidos por gobernantes, y esto no son dos trajes, ni una comisión por la recalificación de unos terrenos, ni colocar a la niña en una empresa subvencionada. Esto es un atentado contra todos los españoles, que llevan más de treinta años sufriendo el terrorismo vasco de la ETA, enterrando a sus seres queridos, llorando sus ausencias o sus heridas, y si la Fiscalía no actúa, seremos los españoles los que lo hagamos. Por mi parte, yo anuncio la presentación inmediata, a título personal, de una denuncia contra el ex «Lehendakari» Ibarreche y el ex consejero del Interior, Balza, como máximos responsables de la presumible e incalificable inacción de la «Ertzaintza» contra el terrorismo y su entorno. Y el que quiera sumarse, bienvenido sea.
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