Villa al alza

Kaká ya está en el bolsillo. Ha costado una fortuna que Florentino Pérez confía en reducir con sus fórmulas para llenar la caja del Real Madrid por procedimientos indirectos. Kaká es una alegría, pero menos. Simplemente, porque ahora vale más dinero David Villa.

De una parte, porque en Valencia echan cuentas y dicen que no puede haber tanta diferencia en el coste del traspaso, como se parece querer establecer desde algunos medios informativos madrileños, entre el brasileño y el delantero asturiano. Como en el Valencia también hay gentes de ciencias, echan mano de la regla de tres y le salen más millones de los anunciados 37, y que Manuel Llorente, el nuevo mandatario valencianista, no está dispuesto a aceptar.

Los tres goles marcados a Azerbaiyán han subido su cotización. No por el hecho de endosárselos a un equipo modesto, que ello restaría valor, sino por el hecho de haber superado a Raúl en el porcentaje goleador. El madrileño sale a 0,43 tantos por partido en la selección y el asturiano, a 0,63. Hay dos modos muy diferentes de valorar a los goleadores: por el número total, que se puede alcanzar jugando muchos partidos, o por el porcentaje de cada aparición en el equipo.

Es divertido el mercado si uno se tapa la nariz y se olvida de la crisis económica mundial. Da la impresión de que el fútbol está al margen de la sociedad. De la ley, en muchas ocasiones, y de la vida social, constantemente.

La rivalidad Real Madrid-Barça ha puesto en ascuas el comercio. Hay demasiados clubes suspirando por el maná de Florentino. Y no hay para todos.