Asia

China

Yao Ming que estás en los cielos

La Razón
La RazónLa Razón

MADRID- Yao Ming ha sufrido una fractura por fatiga en el pie izquierdo y 1.300 millones de chinos se han echado a temblar. La gran referencia del deporte en el gigante asiático y una de las imágenes emblemáticas de los Juegos de Pekín estará parado al menos cuatro meses. Un drama para los organizadores de la cita olímpica y para la NBA. A las dos horas de romperse ante Los Angeles Clippers, la página web oficial de la Liga para China, que supone un tercio del total de las visitas, abría con «Reza por Yao Ming» y luego añadía «El gigante nunca caerá». Los diarios chinos eran más dramáticos. «Mi pie izquierdo... la agonía de Yao», publicaba el «China Daily». «La lesión de Yao hiere nuestros corazones», figuraba en el «Shanghai Morning Post».

La figura de Yao Ming es mucho más grande de lo que representan sus 2,29 metros de altura. Un reciente estudio de una Universidad de Pekín asegura que desde su llega- da a la NBA el absentismo laboral ha aumentado. Y es que los partidos de los Rockets se televisan en horario matinal y son seguidos masivamen- te en su país de origen. Incluso las autoridades han reconocido la trascendencia de su figura. Su indisimulado compromiso con la selección nacional le ha valido para ser nombrado «Trabajador Modelo del Comunismo», a pesar de que es una de las imágenes más reconocibles de empresas tan capitalistas como Reebok, Visa y Coca-Cola.

Con permiso de Liu Xiang, el plusmarquista mundial de los 110 vallas, Yao Ming es el deportista asiático más popular del planeta. Iba a ser el encargado de encender el pebetero con la llama olímpica y el abanderado de la expedición china en los Juegos. En el momento de su lesión, Yao atravesaba su mejor etapa en la NBA. Había disputado su quinto Partido de las Estrellas consecutivo y promediaba más de 20 puntos, 10 rebotes y dos tapones en un equipo inmerso en la lucha por entrar en los «play-offs» en la Conferencia Oeste.

Ming es el líder de una selección sin ninguna repercusión más allá de su permanente dominio en Asia. Uno de sus grandes éxitos fue el 7 de agosto de 1994, con el inolvidable «chinazo», en el que la selección española cayó (78-74) ante China en el Mundial de Edmonton. Desde entonces, las primeras fases y los cuartos de final han sido su límite en las grandes competiciones. Para los Juegos, la Federación china se ha encomendado a un clásico de los banquillos europeos. El lituano Jonas Kazlauskas (ex técnico de la selección báltica, Olympiacos y Zalgiris entre otros) dirigirá la selección con más talla del torneo. Además de Yao Ming podría seleccionar al jugador más alto del planeta en activo (Sun Mingming, que pasea sus 2,36 metros por la Liga mexicana) y a otros cuatro hombres por encima de 2,13. Aunque lo único que preo- cupa ahora es que los 2,29 de Yao Ming estén en el desfile inaugural el 8 de agosto en el Estadio Olímpico de Pekín.