España
Zapatero anuncia una reforma de la legislación nuclear
El presidente desvela presiones de los «poderosos» antes de su decisión sobre la central de Garoña.
GALAPAGAR (MADRID)-Llegó, se sentó, habló…, y no paró. Gobierno, PSOE, aborto, Garoña, economía, Presidencia española de la UE, Honduras, CNI… Zapatero acudió ayer a Galapagar, a la Fundación Jaime Vera, con muchas ganas de hablar. Tantas que en dos horas y cuarto no dejó asunto de actualidad sin repasar. El presidente se sometió a las preguntas de los «cuadros jóvenes» del PSOE adscritos a los cursos de verano que imparte la fundación socialista desde hace más de 20 años. Y dio muestras de nuevo de que es la distancia corta su más eficaz arma política. ¡Claro que la Jaime Vera no es el Parlamento ni sus alumnos, políticos de primera línea! Todo se andará porque, sepan que un día, allá por los 80, el Zapatero que ayer sorteó con soltura las preguntas fue de aquellos cuadros jóvenes que interpelaban a un Felipe González que acababa de llegar a La Moncloa. ¿Qué ha pesado más en su decisión de posponer el cierre de la centra nuclear de Garoña a 2013?, fue la primera pregunta que salió durante el coloquio. Y el presidente no se anduvo por las ramas, pues dejó caer que las presiones habían sido muchas, pero «que el poder de los poderosos» no había surtido efecto en el Gobierno que preside, donde «la autonomía en la decisión ha sido absoluta». «Nada ni nadie –enfatizó– ha afectado en la decisión del Gobierno». El presidente cree que ya ha enviado así la primera señal a las empresas del sector, pues su apuesta para «dar poder a la gente y quitárselo a los poderosos» son las energías limpias y renovables «para no caer en la tentación de hacer economicismo de corto alcance». ¿Motivo? «La energía, hoy en manos de cuatro o cinco empresas, pasará a estar en manos de mucha gente». Pero dijo más: que en breve abordará una reforma legal para definir la vida útil de una central nuclear que revise aspectos como el diseño y la seguridad. En otoño, llevará, además, al Parlamento la planificación energética para España hasta 2030, un plan que incluirá un análisis de las necesidades energéticas para los próximos 20 años y el coste de los distintos tipos de energía. Diseño y vida útil son dos aspectos de las nucleares que no contempla la lesgislación en vigor, pero tampoco los plazos para las prórrogas de actividad, que, con la reforma que se pretende, deberán incluir un estudio ambiental. Zapatero calificó de sorprendente que cualquier mínima infraestructura requiera un estudio de impacto medioambiental, y no una central nuclear. Además, la reforma modificará las condiciones para que las centrales obtengan la renovación de las prórrogas de su actividad, que deberán incluir un estudio de impacto ambiental.No fue, en todo caso, la energía nuclear el único asunto que abordó Zapatero. En su introducción inicial, y al hilo de un esbozo sobre lo que debe ser el PSOE del siglo XXI, puso el acento en la impronta reformista de un partido que «no asume la resignación ni la gestión de las cosas sin más», dispuesto a abrirse a la sociedad e impulsar un nuevo modelo de participación política. Fue aquí cuando anunció que en enero el PSOE abrirá un registro para todas las asociaciones que quieran hacer el programa electoral para las municipales y autonómicas de 2011. Será un compromiso social y programático con todas ellas, del que el partido rendirá cuentas anualmente con cada una de ellas. Respecto a otros temas de actualidad, el presidente hizo referencia también a la dimisión del ya ex director del CNI. Consideró «acertada» la decisión de Alberto Saiz de renunciar a su cargo, al tiempo que elogió su gestión al frente de este organismo. Zapatero subrayó que en los últimos meses ha habido «problemas internos» en los servicios secretos españoles, por lo que saludó que Saiz decidiera abandonar el puesto que ha ocupado en los últimos cinco años. «Es una decisión acertada», resumió. Tras apostar por «arreglar» los problemas cuando éstos surgen –«hay que tomar decisiones cuando hay problemas», defendió–, el jefe del Ejecutivo quiso resaltar la buena gestión de Alberto Saiz.Respecto a Honduras, Zapatero afirmó rotundamente que «no se puede reconocer al nuevo Gobierno» de Roberto Micheletti tras el golpe de Estado militar, y que España será «firme y clara» en este aspecto. El presidente recordó que hacía 20 años que no se producía un pronunciamiento militar en Iberoamérica y que, dado que este continente arrastra «cierta tradición» en la materia, había que ser «especialmente duros» con el golpe de Honduras.
«PSOE, único partido liberal» La defensa de la reforma de la ley del aborto estuvo presente en la intervención de Zapatero. ¿Por qué lo que es norma en Europa desde hace 20 años es inaceptable en la derecha española?, se preguntó el presidente. La respuesta la encontró en «un retraso histórico» de la derecha de nuestro país respecto a otros partidos del mismo corte en Europa, formaciones liberales que han impulsado la reforma que ahora defiende el Gobierno sobre el aborto. «Lo que demuestra que el gran partido liberal en España es también el PSOE», aseguró.
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