Desarme de ETA

Zapatero: «No escaparán»

El jefe del Ejecutivo y el de la oposición viajarán hoy en el mismo avión para visitar la capilla ardiente.

Zapatero: «He dado instrucciones a las fuerzas de seguridad para que extremen la vigilancia»
Zapatero: «He dado instrucciones a las fuerzas de seguridad para que extremen la vigilancia»larazon

Otra vez ETA, otra vez sangre, dolor y muerte..., otra vez la condenaunánime de los partidos políticos. La banda asesina obligó de nuevo a cambiar la agenda en un día de balance de curso político. El presidente del Gobierno estaba en La Moncloa con la secretaria de Organización del PSOE cuando conoció el atentado. Inmediatamente, anunció que suspendía la comparecencia pública que hoy tenía prevista para glosar la acción de su Gabinete en el último semestre. El líder de la oposición suspendía también la junta directiva del PP gallego que iba a presidir hoy y, tras recibir la llamada de Zapatero para comunicarle la trágica noticia, decidían conjuntamente trasladarse a Calviá a primera hora de la mañana de hoy para visitar la capilla ardiente.Rodríguez Zapatero comparecía en La Moncloa a las ocho de la tarde para condenar «con dolor, rabia y determinación» la nueva vileza de ETA, y anunciar que había pedido a las Fuerzas de Seguridad que extremen la vigilancia ante la posibilidad de nuevas acciones terroristas. «No podrán escapar, no tienen posibilidad alguna de esconderse y serán detenidos». El presidente puso en valor el apoyo que el líder de la oposición, Mariano Rajoy, ha dado al Gobierno y también la unidad de todas las fuerzas políticas y sociales contra la barbarie etarra . Visiblemente afectado por el último atentado, subrayó que éste llega cuando se está golpeando «como nunca» a la banda terrorista.Mariano Rajoy emitía un comunicado de condena y expresaba su confianza en la derrota de ETA: «La unidad de los demócratas contra ETA y la determinación de utilizar todos los instrumentos del Estado de derecho para derrotar a los terroristas son el único camino que nos llevará a ver el fin de la banda asesina». También mostraba en su nombre y en el del PP «toda su solidaridad, afecto y cariño a las familias de las víctimas», así como su estima a la Guardia Civil, «cuyo esfuerzo y sacrificio garantizan la libertad de todos los españoles».En el Congreso, los partidos políticos, las patronales CEOE y Cepyme, y los sindicatos CC OO, UGT y USO escenificaban una «unidad absoluta» como respuesta a la barbarie terrorista y hasta la «derrota definitiva» de ETA. Después comparecieron todos juntos ante los medios de comunicación y el portavoz socialista, José Antonio Alonso, hizo de portavoz de un comunicado conjunto que decía: «Vamos a seguir defendiendo la vida y la libertad y vamos a luchar con coraje, determinación y fortaleza democrática contra los terroristas de ETA hasta su derrota definitiva a través de la fuerza exclusiva del Estado de derecho».El texto expresaba el reconocimiento a la labor y el «sacrificio permanente» de la Guardia Civil en defensa de la libertad y los derechos, y lo hizo extensivo a todas las fuerzas de seguridad: «Conseguirán, como tantas otras veces, que los asesinos sean entregados a la Justicia y paguen su crimen». Los firmantes censuraron que ETA haya vuelto a desafiar a la democracia, y le mandaron un nítido mensaje: «Nunca conseguirán nada, no lograrán sus objetivos, no doblegarán nuestro empeño de acabar con ellos».

La izquierda abertzale pide diálogoLa izquierda abertzale sigue erre que erre. Nada nuevo. Tras el atentado de ayer, advirtió de que el «empecinamiento en encarar el conflicto mediante la vía policial y represiva» es, «amén de una apuesta inútil, una absoluta irresponsabilidad», a la vez que afirmó que el «conflicto político no puede ser reducido a un problema antiterrorista. Luego, dijo que «la negociación y el diálogo son la única alternativa para buscar soluciones eficaces». Todo esto en un comunicado en el que reiteró que «la derrota militar de ETA sencillamente no es posible y así se ha demostrado a lo largo de los 50 años de su propia existencia». En cualquier caso, añadió que «el conflicto político no puede ser reducido a un problema antiterrorista» y remarcó que «el problema del Estado español no es ETA, ni la izquierda abertzale, sino la existencia de una mayoría popular vasca que demanda el respeto a su condición nacional, así como su derecho a decidir libre y democráticamente su futuro».