Zelaya: «Ya empezó la guerra civil»

BUENOS AIRES- Mientras el Gobierno «de facto» de Roberto Micheletti apela a la expansión del ALBA como justificación del golpe de Estado, el presidente derrocado, Manuel Zelaya, continúa alentando a sus seguidores con anuncios sobre su supuesta llegada a Honduras. «Mel» no quiere entrar por la puerta de atrás, sino que pide a sus simpatizantes preparar «una entrada apoteósica» a Tegucigalpa, y aclaró que «sólo Dios» podrá impedir su retorno. Zelaya aseguró que se encaminará hacia Honduras una vez que venza hoy el plazo de 72 horas que el pasado fin de semana dio Arias al Gobierno interino para que restituya el orden democrático. Como ya hizo en anteriores ocasiones, el presidente en el exilio utilizó medios latinos como altavoz de sus intenciones. «Estoy iniciando ya mi retorno a Honduras. Lo voy a hacer a partir del miércoles por cualquiera de los puntos fronterizos que tiene Honduras con Guatemala, El Salvador o Nicaragua», dijo al diario chileno «La Nación». «Cualquiera que esté en Honduras puede ver que ya empezó ese enfrentamiento, esa guerra civil», señaló, tras remarcar que «ya hay sangre corriendo sobre la memoria de los golpistas».Un clavo ardiendoEn busca de beligerancia internacional y de tiempo. El Gobierno golpista de Honduras se siente aislado y acorralado sobre todo por su vecino del norte, los EE UU. Tras romper las negociaciones, Roberto Micheletti se aferra a un clavo ardiendo y apela a la causa bolivariana como metáfora del eje del mal. De hecho, ayer expulsó a todo el personal diplomático de Venezuela. La vicecanciller del Gobierno «de facto», Marta Alvarado, aseguraba que la crisis política que vive el país centroamericano tras el derrocamiento de Zelaya es un reflejo de la lucha contra la «avalancha» de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) en la región. «En Honduras se está jugando un papel muy importante en el sentido de que de Honduras depende si continúa la avalancha de los países del ALBA. Y también de Honduras depende que los pueblos que están sometidos por estas presiones de los países del ALBA se despierten», declaró Alvarado.Zelaya adhirió en 2008 a Honduras a la ALBA, una iniciativa de integración impulsada por el presidente venezolano Hugo Chávez, a la que también pertenecen Cuba, Nicaragua, Bolivia y Ecuador, entre otros.El Gobierno de Micheletti ha denunciado las «amenazas» de Chávez y ha hecho de ellas uno de sus argumentos más reiterados ante la población hondureña para justificar el golpe del pasado 28 de junio. El líder caribeño encabeza una serie de reformas constitucionales encaminadas a perpetuarse en el poder y los próximos en la lista serían Nicaragua y Honduras. A Zelaya la oposición y el Congreso le acusan de haberse dejado arrastrar hacia «el lado oscuro» influenciado por Chávez, pese a que durante su campaña mantenía una línea conservadora.Hillary advierteAdemás ayer trascendía que la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, conversó con el nuevo presidente de Honduras, para advertirle de las consecuencias que conllevaría no aceptar el plan mediador del mandatario costarricense, Óscar Arias. La jefa de la diplomacia estadounidense llamó a Micheletti para que continúe «centrado en esas negociaciones y ayudarle a entender las posibles consecuencias de unas negociaciones fallidas», según señaló el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley. Crowley señaló que, en una conversación que calificó como «muy dura», Clinton dejó claro a Micheletti la necesidad de que se restaure el orden constitucional con una solución pacífica.

Los Veintisiete suspenden la ayuda a HondurasLa UE volvió ayer a incrementar la presión sobre Honduras para que recupere la normalidad democrática. Los países de la Unión acordaron suspender los programas de cooperación al desarrollo con el país hasta que «se encuentre una solución pacífica y negociada». Además, los 27 continuarán restringiendo los contactos políticos con el Gobierno de Micheletti. La Presidencia sueca no descarta «otras medidas específicas adicionales» si persiste el bloqueo a las negociaciones que lleva a cabo el presidente de Costa Rica, Óscar Arias. La Comisión Europea congeló este mismo lunes los 65,5 millones de euros de ayuda destinada a Honduras. Informa desde Bruselas, Jorge Valero.