Venezuela
2018, el año que aumentó la resistencia a los autócratas
El incremento del populismo ha generado una mayor oposición global. La ONG Human Rights Watch analiza en su Informe 2019 el estado de los derechos humanos en el mundo
El incremento del populismo ha generado una mayor oposición global. La ONG Human Rights Watch analiza en su Informe 2019 el estado de los derechos humanos en el mundo
Si 2017 fue el año en el que los regímenes autocráticos y sus respectivos líderes se consolidaron, durante el año pasado aumentó la oposición y las críticas abiertas a aquellos gobernantes que violan los derechos humanos. Ésta es la principal conclusión del exhaustivo Informe Mundial de la ONG Human Rights Watch (HRW), que se ha presentado hoy en Berlín.
“Los mismos populistas que están propagando el odio y la intolerancia también están estimulando una resistencia que sigue ganando batallas” indicó Keneth Roth, director ejecutivo de HRW. Y es que es en su opinión “la gran novedad del último año no ha sido la persistencia de las tendencias autoritarias sino la creciente oposición que enfrentan”.
En este sentido, Emma Daly, directora de comunicación de HRW, explica a LA RAZÓN que “ya conocemos esos titulares sobre los autócratas y sus abusos, sin embargo lo que hemos registrado en 2018 es una resistencia creciente por parte de Gobiernos, de individuos y la sociedad civil en general”. Daly pone el ejemplo de Siria, “obviamente la que ocurre en el país árabe es un fracaso terrible. Hemos visto un tremendo sufrimiento. Pero llegó un momento en el que ya sólo quedaba Idlib como la única zona que no estaba bajo el control del régimen de Asad.
En ese enclave se encuentran tres millones de personas, muchos de ellos desplazados. Se temía un baño de sangre, una ofensiva llevada a cabo por las fuerzas sirias y rusas. En ese momento, la canciller Angela Merkel y otros líderes europeos pusieron presión tanto a Damasco como a Moscú. Sobre todo a Vladimir Putin al decirle que ese tipo de baños de sangres, ya los habíamos visto muchas veces en Siria. Pues bien, desde septiembre ha habido un cese del fuego”. La activista reconoce que es una situación bastante frágil, aunque sí se trata de una muestra de que “con voluntad y presión internacional, aún en un contexto tan complicado como el sirio, podemos ver un aspecto positivo”.
Otro de los ejemplos que enumera a Daly es Hungría. “Hemos visto como Viktor Orban ha ido quitando los pilares de una democracia verdadera. Ha ido poco a poco debilitando a las Cortes, el sistema judicial, los medios de comunicación... Todos los pilares de una sociedad demócrata”. Lo novedoso es que en 2018, “el Parlamento Europeo ya comenzó el proceso sancionador contra el Gobierno húngaro por atacar los valores fundamentales europeos”.
En opinión de Daly, los países que tradicionalmente abanderaban la causa de libertades ya no están. “El presidente Trump no tiene ningún interés en los derechos humanos. Al contrario, está enfrascado en tener buenas relaciones con autócratas que con sus aliados europeos”, expresa Daly, quien hace hincapié en que Reino Unido, con el agua al cuello por el Brexit, también ha desaparecido de la escena internacional. “Por lo que gobiernos de tamaño medio como Países Bajos han liderado causas en pro de los derechos humanos”. Cabe recordar que Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Irlanda y Canadá unieron fuerzas para garantizar que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU investigará las acciones y los crímenes de guerra cometidos por Arabia Saudí en Yemen. “Riad se opuso fuertemente, pero aun así, perdieron”.
Otro de los hitos que destaca Daly es que los miembros de la Organización Islámica de Cooperación pidieron una resolución a favor de crear un mecanismo judicial para enfrentarse a los abusos contra los rohinyga en Birmania. “Esto es totalmente nuevo. Estos países musulmanes normalmente no quieren denunciar a ningún país salvo a Israel”.
Empeoramiento
Pero no todo son buenas noticias para los defensores de los derechos humanos, al contrario. Venezuela merece un capítulo aparte. “No quedan actualmente instituciones gubernamentales en pie que puedan poner freno al poder ejecutivo”, se puede leer en el apartado del informe sobre Venezuela. “El éxodo masivo de ciudadanos venezolanos que huyen de la represión y la escasez representa la mayor crisis migratoria de este tipo en la historia reciente de América Latina”. En el informe se destaca la persecución a los presos políticos (con 230 detenidos en cárceles o en servicios de inteligencia); la represión de las protestas espontáneas; las detenciones arbitrarias y selectivas; las ejecuciones extrajudiciales; la impunidad por abusos; la crisis humanitaria; los ataques a la libertad de expresión...
Eso sí, HRW subraya que “por primera vez el Consejo de Derechos Humanos de la ONU adoptó una resolución que condenaba la severa represión en Venezuela bajo la presidencia de Nicolás Maduro!. Además, cinco gobiernos iberoamericanos junto a Canadá instaron a la Corte Penal Internacional (CPI) a abrir una investigación de los delitos cometidos en Venezuela. Un petición pionera.
En cuanto a China, que ha eliminado los límites del mandato a su presidencia y ha ampliado enormemente el operativo de vigilancia de los ciudadanos, Daly asevera que además se cree que hay alrededor de un millón de musulmanes, la mayoría uigures detenidos o encerrados en “campamentos de reeducación. Es un abuso gravísimo, al que el mundo debería reaccionar y decirle a Pekín que eso no es aceptable. Porque se puede influir a China. Es posible”. Y es que en resumen, “a los autócratas les es útil abusar de los derechos humanos a cambio de alimentar a sus amigos corruptos”. Para la directora de comunicación de HRW, “lo que tenemos que hacer los que luchamos por los derechos humanos es subir el costo, incrementar lo que cuestan los abusos, hacerles pagar un precio más alto por estas tropelías”.
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