¿Qué otros presidentes han dimitido en Latinoamérica?

Pedro Pablo Kuczynski, 2018 (Perú)

El presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski, quien estuvo a punto de tener que enfrentarse a una segunda moción de censura en menos de tres meses, dimitió como consecuencia de un escándalo político. Su dimisión se produjo el 21 de marzo de 2018 a través de un vídeo emitido en la televisión peruana. La renuncia de Kuczynski, quien estuvo en el cargo un año y siete meses se vio acelerada por la aparición de vídeos y grabaciones que implicaban a su abogado, un ministro y otros socios políticos en la supuesta compra de votos de congresistas de oposición a cambio de obras públicas.

Otto Pérez Molina, 2015 (Guatemala)

La dimisión del ex mandatario de Guatemala se produjo el 3 de septiembre de 2015. El motivo no sorprendió, y es que el país estaba sumido en una crisis de corrupción. Además Pérez Molina estaba imputado por la Fiscalía por: asociación ilícita, cohecho pasivo y caso especial de defraudación aduanera, los mismos por los que su exvicepresidenta Roxana Baldetti fue encarcelada. El mensaje en el que anunciaba su dimisión fue publicado a través de un comunicado por parte de su portavoz.

Jean-Bertrand Aristide, 2004 (Haití)

El mandatario firmó su dimisión en la madrugada del 28 al 29 de febrero debido a la presión diplomática y amenazado a su vez por la rebelión armada. El primer ministro de Aristide sostuvo que el jefe de Estado renunció para "evitar un derramamiento de sangre". Los motivos que llevaron a este Golpe de Estado en contra de Aristide fueron las graves críticas recibidas por no ser capaz de contener la corrupción ni mejorar la economía del país, además del hecho de que no se celebraran elecciones en el año 2003.

Gonzalo Sánchez de Lozada, 2003 (Bolivia)

El 18 de octubre de 2003 Sánchez de Lozada, uno de los predecesores de Evo Morales, envía una carta al Congreso Nacional con su renuncia al cargo. La crisis, que se inició un mes atrás por la llamada "guerra del gas" y que acabó desembocando en una parálisis nacional provocada por la oposición y los sindicatos, puso fin al mandato de Lozada. Su Gobierno se desmoronó poco antes de su renuncia, tras la dimisión de otros tres ministros.

Fernando de la Rúa, 2001 (Argentina)

Dimitió como consecuencia de no poder alcanzar pactos con los peronistas para conformar un gobierno de coalición. El ex presidente declaró que alcanzar un pacto con la oposición peronista era una empresa pracitcamente inalcanzable. Este hecho desembocó en un estallido social en Argentina que llevó a de la Rúa a dimitir ante la inestabilidad que se vivía en la nación. Fue una crisis política, económica, social e institucional, potenciada por una revuelta popular generalizada bajo el lema "¡Que se vayan todos!". Esta revuelta dio lugar a un período de inestabilidad política durante el cual cinco funcionarios ejercieron el Poder Ejecutivo Nacional.

Alberto Fujimori, 2000 (Perú)

El 21 de noviembre de 2000, el Congreso peruano destituyó a Alberto Fujimori por "incapacidad moral permanente", marcando el clímax de una crisis política rocambolesca, después de que el mandatario renunciara desde Japón, a donde se había fugado. El detonante fue la difusión el 14 de septiembre por un canal de televisión por cable el vídeo que mostraba al jefe de los servicios de inteligencia de Fujimori, Vladimiro Montesinos, sobornando a un parlamentario opositor para que se uniera al bando oficialista. Según el primer ministro de la época, Federico Salas, Montesinos, quien fue incitado a renunciar tras divulgarse el video, amenazó a Fujimori con un golpe de Estado.

Raúl Cubas, 1999 (Paraguay)

El presidente paraguayo presentó el 28 de marzo de 1999 su dimisión tras la tensión vivida en el país días atrás debido al “impeachment” al que estuvo sometido por su apoyo al ex general golpista Lino Oviedo, condenado a 10 años de cárcel por una intentona de golpe de Estado y a quien Cubas había excarcelado. Poco después se supo que Oviedo había huido del país en una avioneta. En su discurso de renuncia dijo que su dimisión era fruto de una "conspiración" y que se iba del poder porque no estaba dispuesto "a ordenar a las Fuerzas Armadas a disparar contra el pueblo".