La «guerra» del EI contra los judíos

Daesh, dentro de su estrategia mediática, acompañada en muchos casos con atentados terroristas, pretende abrir un nuevo frente contra Israel y la recuperación de Bayt Al-Maqdis (Jerusalén) y del resto de Palestina, según un mensaje de su portavoz, Abu Ibrahim Al Hashemi Al Qurashi. La finalidad no es otra que aglutinar en sus filas al mayor número de musulmanes y, por ello, no duda incluso en lanzar duros ataques contra Hamás, grupo al que considera como un enemigo más a batir. El mensaje coincide con el anuncio del plan del presidente de EE UU, Donald Trump, para la zona, el otro gran enemigo de los yihadistas junto con los judíos. Anuncia que, en los próximos días, «con el permiso de Alá, habrá eventos que harán que ustedes olviden los horrores que han visto durante el tiempo de los líderes anteriores (del Estado Islámico)». Para desarrollar esta estrategia, cuenta con dos de sus «wilayas» (franquicias) más potentes: las que operan en el Sinaí egipcio y las de Siria (varios grupúsculos que a efectos orgánicos se han unificado en una sola). Están formadas, según reconocen los expertos, por terroristas que, cada día que pasa, cuentan con una mejor preparación y operatividad. «Oh, soldados del califato de todas partes, especialmente en el amado Sinaí y la bendita Siria, atacar los asentamientos y mercados israelíes; probar vuestras armas y cohetes químicos (…) Sed la punta de lanza en la guerra contra los judíos y en frustrar sus planes y su ‘‘Acuerdo del siglo’’ (el de Trump)», agrega. Daesh pretende convertirse en un actor prioritario en la zona y, a poco que logre sus intenciones, atraer a sus filas a miles de palestinos, en especial los más jóvenes, que no ven en las distintas facciones que operan en esos territorios la suficiente operatividad como para obligar a Israel a aceptar acuerdos satisfactorios. A este respecto, llama la atención el siguiente mensaje: «No presten atención al Hamás de la apostasía y la colaboración; las facciones de la vergüenza, los perros de Irán, sus sirvientes tontos. No producen nada más que consignas y condenas, en los pantanos de la apostasía y la depravación (…) que atormentan a los suníes». En lo que supone un cambio importante de estrategia global, Daesh anima ahora a los musulmanes de todo el mundo a emigrar a la provincia del Isis más cercana y allí unirse a los «campos de entrenamiento militar».